El Ayuntamiento de Badajoz todavía no ha concretado la fecha de la reunión que el equipo de gobierno municipal pretende que mantengan todas las partes implicadas en el conflicto planteado con la sentencia de la Facultad de Biblioteconomía: la Junta, la Universidad de Extremadura y la Asociación de Amigos de Badajoz. El concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, solo concretó ayer que "estamos en ello" y que será "inminente, porque es un tema que por el perjuicio que puede causar a la ciudad tenemos que ir de la mano las administraciones". De lo que se trata, según el concejal, es "de solucionar el asunto de la mejor manera" y apeló a la "sensibilidad" de la Asociación Amigos de Badajoz, "que me consta que está en su ánimo causar el menor perjuicio posible".

El concejal reconoció que la sentencia es firme pero en este caso opera el principio "de impulso de parte" y por eso "en gran medida la llave puede llegar a tenerla Amigos de Badajoz". Lo que hay que tener claro según el concejal es el perjuicio que supone el derribo, porque el beneficio de la facultad para la revitalización del casco antiguo está demostrado. "De lo que se trata es de causar el menor quebranto posible, primero a la comunidad estudiantil y, segundo, aun restituyendo la zona desde el punto de vista estético a lo que dice la sentencia, no se cause un grave perjuicio a las instalaciones en su conjunto".

Por su parte, el presidente de Amigos de Badajoz, Antonio Manzano, señaló ayer que la sentencia judicial "no tiene vuelta atrás", aunque "quieren dilatarla en el tiempo y ver cómo se puede hacer para que la facultad sufra lo menos posible; esa cuestión será la que quieran negociar, pero la sentencia es la que es". Manzano dijo que no se sienten presionados "porque hemos hecho lo que teníamos que hacer, esto es como el que presencia un atraco en la calle, lo denuncia y se lo reprochan. No es una cuestión de estética, sino de legalidad", remató.