Los vecinos de Suerte de Saavedra se despertaron ayer sin ruido, sin tráfico, sin el ajetreo de cada domingo desde hace doce años; también las tiendas y bares del barrio echaron de menos un público que en algunos casos salvaba su recaudación semanal. ¿La causa? El mercadillo ya no estaba, se trasladó a un espacio preparado para ello en El Nevero, donde ayer todo fueron parabienes por parte de los usuarios sobre todo, pero también de los vendedores, aunque algunos prefieren esperar a ver cómo funciona en invierno.

Comodidad, fácil acceso y circulación, aparcamiento, amplitud y sobre todo, seguridad, fue lo que destacaron las personas requeridas por este diario y que transmitieron la sensación de que el recinto funciona, incluso mejor de lo esperado.

El recinto se abrió a las 7.30 para los vendedores y "en 15 minutos estaban todos en sus lugares, sin ningún problema", resaltó el concejal de Mercados, Alberto Astorga, acompañado por el de Policía Local, Germán López Iglesias, y el superintendente de ese cuerpo, Juan José Venero.

Para el público se abrió a las 8.30 horas y una hora después el aparcamiento estaba prácticamente lleno, aunque los clientes aparcaran en las vías colindantes, dada la amplitud de la zona. Según manifestaron, no hubo atascos, aparte del corte en el puente Real por la media maratón Elvas-Badajoz, no achacable al mercadillo.

El usuario halló un espacio diáfano con puestos y vehículos organizados en seis calles, con sus distintivos según el tipo de mercancía; una zona de cafetería, todo rodeado por un paseo perimetral de gran anchura con bancos.

La policía local desplegó un dispositivo especial de 14 agentes por todos los accesos, que también evitaron la presencia de puestos ilegales. Asimismo, funcionaron cuatro líneas de autobús con parada en el mercadillo, las dos circulares, la 9 y la 18.

Para Rubén, vendedor de ropa y bisutería, "las instalaciones están bien, pero hay que ver si viene la gente". Diego y Pedro Pecero, hijo y padre que regentan un puesto de frutas, se mostraban "animados, al menos hoy, y el sitio está muy bien", dijeron.

María Antonia Carmona y Teresa Ribera, clientas habituales de los mercadillos estaban "encantadas, con esta amplitud que le da vida, y como tiene luz, se podrían hacer mercadillos de noche, como en la playa, porque además está muy bien la seguridad".

Conchi Franco y su esposo Mariano Gómez no son clientes habituales, pero acudieron a conocer la nueva ubicación y la vieron "estupenda, muy amplio y ordenado todo, y con policía en cada puerta. Badajoz necesitaba una cosa así", afirmaron.

Astorga y Venero confiaron en que mejore aún la organización cuando el público conozca la nueva ubicación y organice sus vías de acceso. El punto que más trasiego tuvo fue la entrada al aparcamientos, por estar en la zona de acceso desde la margen derecha. Preguntado el concejal sobre si en el futuro se trasladará el mercadillo del martes al nuevo recinto, manifestó que "no está contemplado".