Antes de que termine el año los jugadores del Club Juventud Uva y los niños del entorno podrán volver a las pistas deportivas que el Ayuntamiento de Badajoz está renovando con cargo a fondos de la estrategia Dusi, con una inversión superior a los 278.000 euros. Los cálculos de la empresa constructora Al-Senera son que los trabajos puedan concluir a finales de diciembre.

La presidenta de la asociación de vecinos, Paqui Yáñéz, confía en que con la llegada del año nuevo su barrio tenga nuevas instalaciones deportivas, en las que no solo entrenan los niños del club, que han tenido que empezar la temporada en los campos del Vivero, sino otros del entorno que ahora le dan al balón en la plaza de la iglesia, cuya puerta usan de portería.

El Polideportivo Municipal UVA, que así se denomina, consta de dos pistas de futbol sala, que se mantienen iguales que estaban, pero se restauran en su totalidad porque el pavimento estaba agrietado y no reunía condiciones adecuadas para la práctica deportiva. Se arreglan completamente con nuevo pavimento. El cerramiento del perímetro, que da al barrio, estaba también en muy mal estado y presentaba recrecidos y consolidaciones mal ejecutadas, según la arquitecta municipal, Begoña Galeano. Lo que se ha hecho en un lateral es reforzarlo antes de volverlo a pintar y se ha abierto más la puerta por la calle Ardila, pues las pistas estaban muy constreñidas en el solar. En el otro lateral se ha levantado un muro nuevo y se ha ganado espacio en todo el entorno de las pistas. El material elegido ha sido hormigón por su durabilidad y mínimo mantenimiento. La obra principal del proyecto consiste en la edificación de un centro sociodeportivo con dos aulas de unos 60 metros cuadrados cada una, en una sola planta con un patio interior, destinadas a actividades complementarias. Antes de definir el proyecto, los técnicos se reunieron con la asociación de vecinos para conocer sus necesidades.

Dentro se han mantenido los vestuarios y la vivienda del guarda, cuya presencia es muy necesaria y donde existe otro acceso. La entrada principal se ha colocado por la calle Ruecas, con una anchura de 4 metros y una puerta corredera, para que puedan entrar vehículos. Las tres puertas del polideportivo serán accesibles, para salvar el principal problema de este barrio.

Existe un compromiso de la corporación municipal de que las instalaciones lleven el nombre de Víctor Díaz, el niño de 5 años que murió atropellado por un autobús cuando su patinete invadió la calzada en enero del 2018, pero la última palabra la tendrá su familia.

Con los fondos de esta estrategia ya se han instalado semáforos de Padre Tacoronte y uno bidireccional en el acceso por el túnel, donde se ha ampliado la acera y el proyecto de la reconstrucción de la protección de las vías. Pendiente queda la adecuación del parque de La Viña que saldrá a licitación el próximo mes, según el ayuntamiento.