Ni aunque las vallas estén ancladas a bases de hormigón, ni aunque se incrusten en el suelo, siempre hay vándalos que si se empeñan, pueden con todo. Alguien ha vuelto a atacar la madrugada del sábado las vallas que el ayuntamiento colocó en Puerta Pilar y ha debido hacerlo con nocturnidad y alevosía.