Cientos de pacenses acudieron ayer a la alcazaba para disfrutar de la corrida y suelta de vaquillas que puso fin a las fiestas patronales del Casco Antiguo. Alrededor de la plaza portátil resultaba difícil encontrar un hueco para ver torear a los alumnos de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz y las piruetas de los muchos aficionados que se atrevieron a saltar al ruedo.

Aunque lo que estaba programado era que los alumnos toreasen las dos primeras vaquillas y la tercera fuese para el público, los aficionados tenían ganas de ponerse delante del animal y finalmente recortaron a los tres ejemplares. Los animales dieron mucho juego, sobre todo el último, y alguno se llevó más un revolcón, aunque sin graves consecuencias. Cruz Roja, que desplazó a cuatro voluntarios y dos ambulancias, no tuvo que atender a ningún valiente .

Los alumnos que torearon fueron Tomás Campo, Tomás Angulo, Jesús Díez (los tres de Llerena) e Irene Benítez, de Valdebótoa. El novillero pacense Jesús Díez, El Fini, también se animó a dar unos capotazos.

Mientras parte del público rodeaba la plaza para disfrutar de las vaquillas, otros aprovechaban para pasear por la alcazaba, subirse a los columpios o al castillo hinchable que se instaló para los niños. Y es que la climatología acompañó con un día primaveral.

No faltaron al festejo el alcalde, Miguel Celdrán, y el portavoz del PSOE, Celestino Vegas, acompañados por algunos concejales de sus grupos.

Tras la suelta de vaquillas, llegó la hora de reponer fuerzas. Algunos prefirieron los pinchitos que se servían en la barra instalada en la alcazaba, pero otros se pusieron raudos a hacer cola para disfrutar los 10 kilos de cocido extremeño que la asociación vecinal repartió de forma gratuita (unos 300 platos). La vaquillas serán trasladadas al matadero de Cáceres para su sacrificio y la carne distribuirá mañana, como es tradición, entre comedores sociales y conventos de la ciudad, según recordó el presidente vecinal, José María Soriano.