Más de medio centenar de personas se concentraron ayer ante las tapias del cementerio viejo para recordar lo ocurrido hace más de 72 años en este lugar y pedir al ayuntamiento que paralice su proyecto de levantar otro muro perimetral y conserve el original.

Este fue uno de los escenarios donde se vivieron los hechos más cruentos de la Guerra Civil, ya que en él fueron fusiladas cientos de personas por las tropas franquistas, y a él volvieron ayer familiares de algunas de esas víctimas y miembros de las diferentes asociaciones de la Memoria Histórica para celebrar un sencillo y emotivo homenaje.

En el acto, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex), los familiares depositaron flores y velas junto al muro que fue paredón y mostraron fotos de las imágenes de los fusilamientos que captó el periodista francés René Brut.

Libertad González leyó un manifiesto en el que recordó que "las heridas aún no están cerradas y su único tratamiento son la verdad y la justicia" y por ello instó al ayuntamiento a que desista de su idea de construir otro muro nuevo y más alto, con el que este lugar "perdería su valor testimonial".

A este manifiesto se han adherido prestigiosos historiadores como Ian Gibson, Paul Preston o Hilari Raguer, además de numerosos catedráticos de diferentes universidades españolas.

La asociación, tras conocer el proyecto municipal, que se hará con un millón de euros del Fondo Estatal de Inversión Local, remitió un escrito a la Delegación del Gobierno pidiendo que no se sufrague con ese dinero y otro a la Consejería de Cultura para que inicie el expediente para declarar las tapias del cementerio Bien de Interés Cultural, en su acepción de sitio histórico .

El ayuntamiento justificó la necesidad de acometer esta actuación por las condiciones en que se encuentra el muro original, que hace de pared a los nichos que hay y corre el peligro de derrumbarse. Según dijo, no se tirará el muro actual sino que se reforzará con otro nuevo por razones de seguridad.

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, que fue presidenta de Armhex, ha solicitado un informe a la abogada del Estado para ver qué se puede hacer en este caso y si se puede conservar este lugar en virtud de la Ley de la Memoria Histórica, según informó la delegación.

HUERFANOS Ayer, Ana Magariño volvió a la tapia donde su padre, Vicente Magariño, fue fusilado cuando tenía 24 años junto a sus dos hermanos. "Yo nací a los pocos meses y mi madre ya estaba viuda, con 19 años, y hoy estoy aquí para que no olvidemos nunca esta canallada".

Angeles Montes, de Oliva de la Frontera, supo hace poco que su padre está enterrado en la fosa común que hay en el cementerio pacense, "mi madre nunca supo donde estaba el cuerpo, lo mataron en la cárcel de Badajoz".