La calle Zurbarán amaneció ayer con este aspecto: con varios pivotes de los que impiden aparcar en las aceras arrancados de cuajo. No es la primera vez que estos báculos aparecen fuera de su sitio, si aparecen. Debe ser que estos artilugios no se ven bien de noche o alguien la toma con ellos, con nocturnidad y alevosía.