Hace tres noches, una joven de 16 años que vive con su familia en la calle Joaquín Costa regresaba a casa a las 12.30 horas cuando sufrió el acoso verbal por parte de un hombre que debió confundirla con las mujeres que ejercen la prostitución en este entorno, pero gracias a la intercesión de una vecina que estaba en la puerta, la proposición no trascendió. Lo contaba ayer su madre con un sentimiento de temor, ante la posibilidad de que quien se acercó a su hija pudiera haber llevado a la práctica sus intenciones o cometiese alguna fechoría con ella.

Esta madre y otras vecinas, de distintas edades, son víctimas de acoso por parte de los clientes de las prostitutas y también los hombres que viven en la calle o acuden a visitar a sus familiares reciben ofertas de estas profesionales del sexo. "Nos sentimos acosadas, nadie a partir de las diez de la noche quiere parar el coche y dejarnos allí porque nos puede salir un servicio a cualquiera de nosotras y a veces no sabes qué responder", relataba una de las vecinas.

Cuatro de las afectadas comparecieron ayer ante la prensa con el portavoz municipal de IU, Manuel Sosa, para denunciar que el problema que ya hicieron público a finales de año sigue vigente, a pesar de que entonces el ayuntamiento y la Delegación del Gobierno se comprometieron a tomar cartas en el asunto. Por parte del ayuntamiento, ya se está trabajando en la redacción de una ordenanza.

Pero precisamente tras el anuncio de que esta ordenanza ya está en proceso, estos vecinos han comprobado cómo algunos de los coches del vecindario amanecían con las lunas rotas o rayados. Ellos lo han interpretado como una agresión y una represalia por parte de quien se haya dado por aludido respecto a la ordenanza. Por todo lo sucedido, las afectadas prefirieron ayer preservar su identidad y pidieron que ni sus rostros ni sus nombres se hiciesen públicos.

Sosa manifestó que tras las primeras denuncias de estos vecinos, hace unos meses, se produjo un retraimiento de la presencia de prostitutas y también se desplazaron cuando se mejoró la iluminación por parte del ayuntamiento. Pero según el concejal, estas mujeres han vuelto a Joaquín Costa debido a "la inactividad por parte de la administración en seguir tomando medidas".

Los vecinos sí reconocen que la Policía Nacional ha estado por la zona y pregunta a los afectados, pero entienden que deben ser los agentes los que vigilen, no ellos. "La policía no puede pretender que los vecinos suplanten su trabajo", remarcó Sosa.

Por otro lado, respecto a las ordenanzas, IU defendió que deben prever mecanismos de reinserción de las prostitutas para que puedan encontrar alternativas a su forma de vida, al mismo tiempo que expresó su desacuerdo con que la represión se ejerza sobre las prostitutas. En su opinión hay que sancionar a los proxenetas y a los clientes que buscan a las prostitutas "porque son quienes mantienen este negocio". IU no han recibido aún ningún borrador de ordenanza por parte del equipo de gobierno. La postura de Sosa es que estas mujeres ejerzan en alguna zona del extrarradio donde haya presencia policial para garantizar su integridad. Como solución a Joaquín Costa, el concejal de IU planteó que la única forma de desplazar la prostitución, mientras se elabora la ordenanza, es con la presencia de policías, como se hizo hace 16 años cuando ejercían en el entorno del hotel Zurbarán.