Vecinos de la barriada de Tulio reclaman que el ayuntamiento atienda sus necesidades a través del nuevo Plan de Impulso. Antonio Rosario presidente de la comunidad de propietarios, ha manifestado que saldrán a la calle a reclamar al ayuntamiento, «sobre todo y aunque las necesidades son muchas porque aquí no se ha hecho nunca nada, que traigan agua corriente y la conexión a la red de saneamiento».

Los vecinos afirman que si no les atienden «solo en lo básico», saldrán a protestar a la calle; «no nos queda otro remedio, así no se puede seguir viviendo, por mucho que digan que somos ilegales, esto es vivir como en el tercer mundo», apostilló Rosario.

Otra vecina, Carmen García, manifestó que «yo llevo 32 años en el barrio, soy de las primeras, y nunca se han ocupado de atender la necesidades, a pesar de que pagamos la contribución como todo el mundo». «Cuando hemos ido al ayuntamiento a pedir que resolvieran algunas carencias nos decían que pagar la contribución solo sirve para que no nos tiren las casas, y yo creo que eso no es así», afirmó Rosario.

El ambiente en el barrio de Tulio, donde viven más de 50 familias, es de hartazgo, porque «no tenemos agua corriente; nos surtimos de un pozo pero no es apta para beber porque tiene mucha cal; es para lavar y estropea calentadores, lavadoras y lavavajilas». Tampoco hay saneamiento, «tenemos pozos sépticos, por lo que las aguas de fregar y la lavar, no las fecales, se vierten fuera».

El barrio, explicó Antonio Rosario, surgió a raíz de la venta de terrenos de un hombre, Tulio Rodríguez, hace más de 30 años; que «los primeros propietarios hicieron un trazado regular de calles para que no fuese un caos». Desde 2014 se ha entrevistado con representantes de los grupos municipales y dos ediles del equipo de gobierno «para que arreglaran la pista de acceso, pero hicieron una verdadera marranada», afirmó mientras contaba los escritos presentados, el último de enero de 2017, sin que hayan obtenido respuesta.

«Solo queremos un poco de calidad de vida; agua y saneamiento, la prioridad absoluta es esa; esto es como vivir en un gueto abandonado de la mano de Dios».

El portavoz vecinal señaló que «no tenemos alumbrado, ni aceras, ni asfaltado; y lo que más duele es que tenemos un colector paralelo a la carretera de Sevilla y un aro de agua potable a 500 metros, pero el ayuntamiento no quiere saber nada. Nos pusimos en contacto con el Defensor del Pueblo, pero no pudimos presentar escritos del último año, son todos anteriores, pero volveremos a presentarlos».

Los vecinos han convocado una reunión para organizar una manifestación en septiembre, «porque no queda otra», dijeron.