Un grupo de vecinos de la calle Zurbarán, donde se ha intensificado la presencia de jóvenes los fines de semana que celebran el botellón , ha hecho llegar su malestar al ayuntamiento y ayer se reunieron con responsables municipales y policiales para intentar encontrar una solución. Como resultado, los responsables del equipo municipal se comprometieron a hacer cumplir la Ley de Convivencia y Ocio, cuyo proyecto ha presentado la Junta de Extremadura y que en estos momentos se encuentra en fase de tramitación parlamentaria.

El proyecto de ley prohíbe beber en la calle dentro del casco urbano y obliga a los ayuntamientos a dotar espacios alternativos para la reunión de los jóvenes.

Los vecinos afectados procedían del edificio Minayo, en los números 14, 16, 18, 20 y 22 de la calle Zurbarán. Una mujer relataba agobiada el espectáculo "lamentable" que el botellón deja a la mañana siguiente por toda la calle y los portales, que incluso los coches no pueden pasar por la noche porque "los aporrean" y que los propios vecinos son increpados por los jóvenes cuando salen de sus portales. Aunque el problema data de hace diez años, hubo un periodo en que la aglomeración se trasladó a la zona de Fremap, pero ha vuelto y se ha concentrado en la calle Zurbarán, una vez que en el entorno del Salto de Caballo el ayuntamiento ha iniciado una obra que, según estos vecinos "es una obra fantasma".

COMPROMISO

En la reunión del ayuntamiento estuvieron el alcalde, Miguel Celdrán, el concejal de Seguridad Ciudadana, Alejandro Ramírez del Molino, el jefe superior de la Policía Nacional, Julián Martínez, y el superintendente de la Policía Local, Miguel Sardiña.

Uno de los vecinos, Pedro José Rodríguez, explicó a la salida que el único acuerdo adoptado fue el compromiso del equipo de gobierno municipal a hacer cumplir la citada ley. "De aquí hasta que se apruebe seguiremos sin dormir", señaló. Los afectados pidieron a la Asamblea "que se dé prisas" y se mostraron algo decepcionados, "porque nos siguen dando los mismos argumentos que en los últimos diez años, de que no hay medios para poner solución". "Al menos --remató Pedro José Rodríguez-- nos llevamos que el ayuntamiento no va a hacer dejación de funciones cuando aparezca la ley, y es nos parece bien, si al final esa ley está bien redactada".

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana coincidió en la firme esperanza que se tiene en la aprobación de esta normativa. "Tan pronto entre en vigor, se hará cumplir", dijo, "con la colaboración de la Junta para el funcionamiento de los espacios alternativos".

Ramírez del Molino también confirmó que a partir de este fin de semana se va a incrementar la presencia policial en la zona del botellón . A los vecinos no les convence esta medida, "pues carece de argumentos y de medios, ya que no se puede prohibir beber en la vía pública".

Por su parte, antes de la reunión, el concejal de Juventud, Luis Alfonso Hernández Carrón, acusó a la Junta de no haber tomado una decisión sobre el botellón hasta seis meses antes de las elecciones, a pesar de que el PSOE lleva 20 años gobernando en la región. Hernández Carrón puso el ejemplo de la comunidad de Madrid, en cuya capital se ha logrado erradicar este fenómeno, aunque apuntó que allí el ayuntamiento y la comunidad están gobernadas por el mismo partido, lo que no ocurre en Extremadura con las ciudades que más padecen este problema. El concejal acusó a la Junta de que hacer rentable electoralmente un tema que afecta a ayuntamientos gobernados por distinto partido, para ofrecer la imagen de que no han sido capaces de erradicar el problema en sus ciudades.