Los vecinos de la zona centro estrenaron ayer centro de salud en Los Pinos. Tras el traslado del antiguo hospital provincial, las consultas reanudaron su actividad con normalidad, aunque con el despiste normal del primer día, en el que muchos usuarios buscaban por los pasillos la nueva ubicación de sus médicos. También fue un día de sorpresa para muchos, que se encontraron estancias más amplias y mobiliario nuevo.

A falta de algunos detalles, el centro, que ha duplicado el espacio y ocupa 1.800 metros cuadrados, fue recuperando su ritmo habitual. Los que más afortunados se sentían eran los pacientes de pediatría, que en el anterior centro tenían una sala de espera "parecida a un zulo" y una consulta de enfermería "en la que apenas cabían dos personas", según comentaban las madres de algunos pacientes.

Violeta Sosa, matrona del centro, también se mostraba contenta por la amplitud de su consulta y la nueva sala para la preparación al parto, "tenemos más espacio y más luz", declaró.

La situación de provisionalidad que ha vivido desde la década de los 80 este centro de salud ha hecho que éste sea el cuarto traslado, aunque según anunció ya el Servicio Extremeño de Salud, será el definitivo, ya que está previsto acometer en un par de años una reforma integral.

Maite Muñoz, enfermera del centro, ha sufrido las cuatro mudanzas, "soy la más antigua y he vivido todos los cambios, estuvimos en la primera planta de la L, luego fuimos a la calle Donoso Cortés, de allí al hospital provincial, y ahora a Los Pinos".

De todas las ubicaciones, ésta es, según opinaban los usuarios, la mejor, aunque hubo quien afirmó que lo más conveniente hubiera sido hacer un centro nuevo, similar a los de Valdepasillas o Ciudad Jardín, en lugar de reformar uno antiguo. También había diferente parecer en cuanto a la situación, ya que mientras que para unos el edificio de Los Pinos está más lejos de su domicilio, otros lo tienen más cerca, aunque la diferencia no es significativa, apenas 200 metros.