Medio centenar de vecinos del Cerro de Reyes se concentraron ayer por la tarde a las puertas de la biblioteca para reclamar al ayuntamiento que no traslade estas instalaciones a los salones de la antigua parroquia de Jesús Obrero cedidos por el arzobispado y pedir que el dinero que se vaya a emplear en acondicionar estos locales se invierta en mejorar el actual edificio, vallar su perímetro y contratar a un vigilante durante las horas que abra.

La convocatoria surgió de la asociación de vecinos, después de que la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, anunciase el pasado jueves que el traslado de la biblioteca --cerrada desde el 23 de enero a causa de la segunda agresión sufrida por el bibliotecario en cuatro meses-- a la antigua parroquia será "prácticamente definitivo". La presidenta vecinal, Isidra Méndez, afirmó que la edil les había asegurado en todo momento que el traslado sería "provisional" y que nunca pensaron que se aceptaría una cesión por 10 años, como han acordado el ayuntamiento y el arzobispado.

Los vecinos creen que si el edificio de la biblioteca se mantiene sin uso, finalmente se derribará --opción que ya ha planteado la propia concejala de Cultura-- y temen que la barriada se quede sin biblioteca una vez que concluya el acuerdo de cesión o "antes porque en diez años pueden pasar muchas cosas", apuntó Méndez.

A la concentración acudieron vecinos con sus hijos y también los directores de los colegios Cerro de Reyes y Jesús Obrero, José Antonio Hernández y Benito Fernández, respectivamente. Ambos apoyaron las reivindicaciones de los vecinos porque creen que la solución que se ofrece "no es la más adecuada". Hernández argumentó que el dinero que se prevé invertir en adecuar los salones de la parroquia, debería destinarse a mejorar el actual edificio, de titularidad municipal, para que esos fondos reviertan en la comunidad "y no en una entidad privada, aunque sea de agradecer que cedan los locales", apuntó.

También la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del Cerro de Reyes, Adela Caminero, criticó que se haya adoptado "la solución más fácil" y que en lugar de resolver los problemas de la actual ubicación se haya optado por el traslado. "Nuestra biblioteca está aquí y aquí queremos que siga", dijo.