Los vecinos de Los Colorines no han recibido con buen agrado las medidas acordadas de forma unánime por las tres administraciones -central, autonómica y local- para conseguir la recuperación de esta barriada marginal. Muchos de ellos consideran que estas propuestas son "parches" que sólo van a prolongar más una situación que ya es "insostenible". A las familias afectadas por el clima de inseguridad y violencia que se vive en este barrio no les satisface ninguna de las medidas y exigen el derribo de las viviendas y su realojo en otros barrios de la ciudad como única solución.

El presidente de los colectivos sociales de la margen derecha, y representante de la plataforma de vecinos afectados de Los Colorines, Ricardo Cabeza, manifestó ayer a EL PERIODICO el pesar de los vecinos, "que se sienten descontentos y cabreados".

SIN LOS AFECTADOS La primera sorpresa, en su opinón, ha sido que no se haya avisado a los vecinos para asistir a la reunión, pese a estar convocados. "Se nos avisó de que la reunión se aplazaba porque se había producido un cambio en la presidencia de la Agencia Extremeña de la Vivienda y cuando se convoca nuevamente no nos avisan, cuando la propuesta de reunir a las tres administraciones partió de los vecinos", según explicó Ricardo Cabezas.

En la reunión celebrada el pasado jueves estuvieron presentes los representantes de la Junta de Extremadura, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Badajoz, quienes acordaron la constitución de un equipo técnico de intervención social, integrado por técnicos de las tres administraciones, para realizar una "radiografía" de la situación de las familias del barrio, y el mantenimiento de una patrulla policial de forma permanente en Los Colorines. También decidieron intensificar la colaboración con Justicia, adecentar la zona y solicitar a la Consejería de Educación el derribo del antiguo edificio público El Progreso, que se encuentra en unas condiciones ruinosas.

El representante de este colectivo vecinal asegura que "las medidas en sí no están mal pero llegan tarde, porque la situación ya es insostenible, hay más de una treitena de familias, trabajadoras y honradas, que viven encarceladas en sus propias casas sin poder salir por miedo a ser agredidas por otros vecinos, algunas se han tenido que someter a tratamiento psiquiátrico".

Para el lunes está prevista una reunión de los vecinos afectados en la sede de la Asociación de Vecinos del Gurugú para analizar la situación y acordar medidas, según Ricardo Cabeza.

Los grupos de la oposión en el Ayuntamiento de Badajoz han acogido las medidas acordadas favorablemente, aunque de forma diferente.

ACERTADAS El portavoz de IU, Manuel Sosa, considera que éstas son "acertadas", ya que la intervención social que se pretende abordar es global, no sólo policial. Sin embargo mostró su temor porque se dilaten en el tiempo, ya que, según recordó Sosa, "la radiografía del barrio ya está hecha, existen informes de los servicios sociales del ayuntamiento y de la Junta, hacerla otra vez es perder tiempo".

Por su parte, la concejala del PSOE, Elisa Gómez Landero, cree que las administraciones han dado "el primer paso para solucionar el problema de Los Colorines", y pidió a los vecinos esperanza y confianza.