Varios colectivos vinculados al Casco Antiguo se han unido para luchar contra el derribo del "cubo" de la Facultad de Biblioteconomía y "mover las conciencias". La Asociación de Vecinos y la de Empresarios del Casco Antiguo (Aecab), así como la Asociación de Comerciantes de la Calle Menacho y Adyacentes convocaron ayer una rueda de prensa conjunta para anunciar movilizaciones. La primera será una concentración el próximo jueves, 26 de noviembre, a las siete de la tarde en la plaza Alta. Posteriormente se plantean manifestaciones, recogidas de firmas, manifiestos, artículos y carteles. José María Soriano, presidente de los vecinos, dijo mostrarse "muy confiado en que vamos a ganar la batalla".

Soriano manifestó que se han unido porque "no podemos permanecer impasibles, no nos vamos a quedar quietos, porque nos preocupa el futuro del Casco Antiguo y si esto se consuma sería una marcha atrás tremenda para la zona".

Haciendo historia, el presidente vecinal recordó que la iniciativa para rehabilitar el Hospital Militar se fraguó hace 20 años y por aquel entonces el "Casco Antiguo estaba abandonado, desatendido y ocupado por gente que no era muy deseable". Por eso se decidió ubicar allí la Biblioteca Regional y la Facultad de Biblioteconomía, con "el objetivo claro" por parte de la Junta, el ayuntamiento y la Universidad de Extremadura de rehabilitar la zona. "Entonces parecía una buena idea llevar allí centros de saber y cultura para ayudar a la recuperación, y de hecho se ha conseguido que el Casco Antiguo sea otra película".

Ahora cree que si el cubo se derriba, se puede producir un retroceso superior. La postura de Soriano (que era director general de Patrimonio de la Junta cuando se proyectó la biblioteca, aunque este proyecto dependía de la dirección de Promoción Cultural), es que no es el momento de buscar culpables entre las administraciones, "que entonces hicieron los deberes, porque el fin era la recuperación del Casco Antiguo". Justificó por tanto la actuación del ayuntamiento al conceder una licencia de obras ilegal porque, según Soriano, "lo que le interesaba era el interés social, eso era bueno para el Casco Antiguo y además estaba en camino una modificación del Plan General". Según el presidente vecinal, el ayuntamiento actuó "de buena fe" mientras que Amigos de Badajoz lo hizo "de mala fe" al acudir a los tribunales. El presidente de los comerciantes de Menacho, Emilio Doncel, defendió que aunque la sentencia hay que acatarla, debe haber legislación que permita acuerdos para que la edificación no se tire. Soriano reiteró como posible solución colocar una "pantalla vegetal" que "oculte" el "cubo" para que las instalaciones no se derriben.

El presidente vecinal recordó que cuando se fraguó el proyecto de la facultad, profesores y estudiantes se oponían a que se ubicara en la Alcazaba, tan lejos del campus, por los inconvenientes que suponía y sin embargo, ahora "están encantaditos".

Los convocantes aspiran a "llenar la plaza Alta" el próximo jueves para conseguir "mover las conciencias, sobre todo las de aquellos que han recurrido permanentemente esta historia para llamarles la atención y que dejen tranquilo al Casco Antiguo", en referencia a la Asociación Amigos de Badajoz. Según Doncel, lo que ha movido a este colectivo es su "afán de protagonismo" porque "no hay ningún proyecto que se haya presentado en el Casco Antiguo que ellos hayan aprobado".

Para que la convocatoria sea multitudinaria, estas asociaciones van a ponerse en contacto --según anunció Soriano-- con la Unión de Bibliófilos, los colegios profesionales, colectivos de artistas del Casco Antiguo, los sindicatos "y la gente que pueda echarnos una mano".

DESDE UPyD Por otro lado, la Unión Progreso y Democracia emitió ayer un comunicado para pedir la dimisión de los responsables políticos por las ilegalidades urbanísticas en la Alcazaba, porque consideran "inadmisible" que Junta y ayuntamiento trasladen "que el interés general es contrario al cumplimiento de las leyes".