Antes lo llamaban el lejío de los chinatos y ahora es el lejío de los yerbajos y el palmeral . El apodo procede de la Asociación de Vecinos de Santa Marina, cuya directiva considera "denigrante" y "una vergüenza" que "se hayan dejado secar" las palmeras y el resto de árboles que se habían sembrado en la plaza situada sobre el aparcamiento subterráneo de Conquistadores por falta de riego. Vecinos y comerciantes del entorno lamentan el estado de abandono y deterioro en que se encuentra la superficie, ya no solo perceptible en las plantas secas, sino en la maleza que ha crecido entre las baldosas de granito, la basura que acumula en algunas esquinas y las palomas que campan a sus anchas en el centro cívico, aún sin terminar, detrás de las vallas que rodean la obra. Tal es el olvido al que se ha condenado este céntrico espacio, que todavía no se han recogido los restos de cenizas y tierra de la fogata que se encendió en las Candelas de Santa Marina, en febrero pasado.

Los responsables de la asociación vecinal aducen que tiene que haber "un responsable". En la plaza se colocaron 85 palmeras de gran porte, cada una de las cuales cuesta en torno a 700 euros, así como una veintena de árboles de otras especies, que también se han secado en su mayoría. Entre los vecinos de Santa Marina piensan que "es un crimen ecológico" y muestran su "indignación" porque en uno de los lugares más comerciales de la ciudad permanezca esta obra sin acabar y abandonada. Entienden que si el problema es del empresario, el servicio municipal de Parques y Jardines debería haberse hecho cargo.

El gerente de Párking Conquistadores, Antonio Gómez, afirma que el sistema de riego por goteo está colocado, pero que la empresa del servicio de agua, Aqualia, les cortó el suministro en mayo y aunque informaron de la situación al ayuntamiento en dos ocasiones, no han recibido respuesta. Gómez asegura que no tenían problemas con los pagos por el consumo y aduce que Aqualia tomó la decisión como una forma de "coacción".

Por su parte, Aqualia aseguró ayer a este diario que se realizó un contrato de abastecimiento por obra que sigue en vigor, si bien en junio del 2011 la concesionaria solicitó la acometida definitiva y se instalaron los contadores a la espera de formalizar los contratos, que nunca se realizaron, por lo que en julio del 2013 se suspendió el suministro a estos contadores, aunque el de obra se mantiene.

Comerciantes y vecinos piden una solución inmediata para acabar con esta imagen de deterioro y para remediar la ausencia de plazas de aparcamiento del entorno. Aseguran que por lo menos hace dos años que no ven a nadie en la plaza, ni vigilando ni trabajando. Según Gómez, existe una vigilancia esporádica para comprobar que nadie entra en las instalaciones.