Los bomberos sofocaron anoche un incendio que se originó en un tercer piso del número 20 de la calle Rafael Lucenqui, del que pudieron sacar a dos perros y sin que hubiera que lamentar daños personales. Los vecinos del edificio, donde ya se originó otro siniestro en un séptimo piso en fechas pasadas, salieron a la calle mientras la policía abría la puerta de la casa. Cuando llegaron los bomberos se produjeron varias explosiones, posiblemente por botes de aerosoles, y una una deflagración mayor que lanzó una persiana a la calle. Las llamas afectaron al salón y a la fachada. Se desconoce las causas que originaron el fuego.

Por otro lado, la policía local acudió pasadas las 22.00 horas a las 800 para atender a una persona que había sido atropellada, supuestamente, sin embargo resultó que la misma se había caído por su propio pie, según uno de los agentes.