Este pasado fin de semana ha sido el primero de aplicación de la nueva ordenanza municipal que prohíbe el ofrecimiento y la demanda de servicios sexuales en las vías públicas de Badajoz, con sanciones tanto para las personas que ejercen la prostitución como para sus clientes. Sin embargo, ni la Policía Nacional ni la Local han puesto ninguna multa, según confirmó ayer el intendente del cuerpo municipal, Antonio Nogales.

Los vecinos del entorno de Joaquín Costa, cuyas quejas por las molestias que esta actividad les ocasionaba propiciaron la aprobación de la ordenanza, confirmaban ayer que la presencia de prostitutas se ha reducido y aunque algunos aseguraban que no han vuelto a verlas en los últimos días, otros afirmaban que "algunas quedan". También han constatado que desde el jueves se ha incrementado la presencia policial y ven más coches patrulla tanto de la Policía Nacional como de la local.

Nogales apuntó que no existe un dispositivo especial de vigilancia, pero las patrullas sí tienen instrucciones concretas sobre la aplicación de la ordenanza y, desde el jueves pasado, cuando se anunció que empezarían a sancionar, no han visto ninguna mujer ofreciendo este tipo de servicios entre Circunvalación y Puerta de Palmas.

La primera medida que adoptó el ayuntamiento fue potenciar la iluminación. Posteriormente se aprobó la ordenanza, que entró en vigor en agosto y tras un periodo de información, el Instituto Municipal de Servicios Sociales anunció que empezaría a aplicarse el 20 de octubre. Una de las vecinas de los pisos de Joaquín Costa (que prefería permanecer en el anonimato) confirmaba ayer que este fin de semana "se ha notado" que la ordenanza empieza a aplicarse y ya hay menos mujeres, al mismo tiempo que constataba que ha habido mayor presencia policial. Según ha podido comprobar, la policía pasa cada media hora, el 091 y el 092.

También manifestó que, sin embargo, y a pesar de la advertencia de que ya se va a empezar a multar, todavía hay algunas mujeres, dos en concreto, que se siguen sentando en el murete. Pero aunque queden algunas, quienes se quejaban de las molestias y las consecuencias de esta actividad próxima a sus viviendas ya pueden decir que la situación ha cambiado radicalmente. "Había algún jaleo esporádico, pero los últimos días no ha ocurrido".

"Hay alguna que viene y se oculta entre los coches si ve venir a la policía, pero se nota que hay muchas menos", cuenta una mujer. Ahora bien, esta vecina también expresa sus dudas sobre cuánto tiempo va a mantener la policía esta misma vigilancia, porque considera que esta actividad no puede desaparecer de la zona de la noche a la mañana. Además, apunta que es primordial que los posibles clientes sepan que pueden ser multados y que la notificación de la sanción les llegará a sus domicilios, pues "si ellos dejan de venir, ellas dejarán de estar".

Sin embargo, hay vecinos que nunca se han sentido molestos por la presencia de estas mujeres. Aurora ha vivido durante ocho años en la esquina de la calle Porrina de Badajoz y hace un año se trasladó. Durante este tiempo ha visto a muchas mujeres ejercer la prostitución a pocos metros de su casa "pero yo nunca he tenido problema con ellas, cada una que se gane la vida como pueda".

Una anciana que vive en la casa de al lado también manifestó que su familia se acuesta temprano, echan la mosquitera, bajan la persiana "y no oímos nada de nada". Pero confirmó que de un tiempo a esta parte "se ven muy pocas, con las luces que han puesto hay menos", aunque también reconoció que las mayores molestias las sufrían los vecinos de Joaquín Costa.