La Asociación de Vecinos del Gurugú pondrá en marcha el próximo 1 de julio un comedor donde servirán el desayuno y la comida durante los meses de verano a unos 40 niños de la barriada cuyas familias atraviesan una situación económica de gran dificultad. El presidente vecinal, Ricardo Cabezas, presentó ayer este proyecto junto a Emilio Jiménez, secretario general de la Caja de Badajoz, que financia la iniciativa con 4.600 euros.

El objetivo del comedor no es solo cubrir las necesidades básicas de los pequeños y aliviar así la carga económica en sus hogares --el 80% de los vecinos está en el paro y muchos de ellos no reciben ninguna prestación--, sino que este servicio se complementará con actividades. Los niños tendrán apoyo escolar, participarán en talleres y dos días por semana acudirán a la piscina de La Granadilla en un autobús que ha puesto a su disposición la empresa Eurolimpiezas. "No somos un comedor social, se trata de ofrecer además actividades formativas, culturales y de ocio", recalcó Cabezas.

El comedor funcionará hasta el 30 de agosto. Con la subvención de la Caja de Badajoz se sufragará la contratación de las cocineras y la compra de alimentos frescos, pues los no perecederos llegarán a través de Cruz Roja. Además, la residencia Nuestra Señora de la Soledad aportará el pan que consuman los niños estos dos meses y el colegio Santa Engracia las bandejas para la comida. Cabezas explicó que este proyecto puede llevarse a cabo porque la sede vecinal dispone de una cocina industrial totalmente preparada, en la que en su día, a través de la Asociación de Maestros Creativos, se impartieron cursos de restauración.

El comedor atenderá a niños del Gurugú, el grupo Sepes, La Luneta y Colorines de entre 8 y 16 años. Sus propios padres, en muchos casos, y otros vecinos serán los monitores voluntarios. La falta de capacidad y espacio impide que se pueda atender a un mayor número de menores. Según Cabezas, este servicio cubrirá el 70% de la demanda existente.

Por su parte, Emilio Jiménez recordó que la colaboración entre la Caja de Badajoz y la asociación de vecinos viene de lejos y aseguró que la obra social de la entidad está abierta a seguir colaborando con este y otros colectivos, pues más del 50% de su presupuesto se destina a la asistencia social y sanitaria.