El 29 de noviembre del 2003 se celebró el último gran botellón en el parque de Salto del Caballo. Los vecinos de todo el entorno habían sufrido durante once años las consecuencias de que a partir de la noche del jueves miles de jóvenes se reuniesen en este espacio a beber y divertirse. El problema se solucionó cuando el ayuntamiento valló el parque para realizar una obra de rehabilitación y los jóvenes se trasladaron definitivamente a los lugares autorizados a raíz de la aprobación de la Ley de Convivencia y Ocio. Los habitantes de Puerta Pilar recuperaron la paz. Pero de un tiempo a esta parte hay vecinos de este parque que vuelven a estar intranquilos porque decenas de jóvenes han empezado a reunirse en el césped desde que oscurece a charlas, oír música y algunos a beber.

La presidenta de la Asociación para la Defensa de la Ciudadanía en Puerta Pilar, Concepción Ramírez, que durante años luchó contra las molestias del botellón y consiguió que su causa llegase al Tribunal Supremo, expresa su preocupación por lo que ella cree que es ya un germen de que resurja el botellón en el entorno que hace cuatro años se salvó de la degradación. "Nos preocupa, porque esto era no vivir", señala.

El temor ha vuelto este verano "donde ya ha dado síntomas de que puede volver a ocurrir, de hecho rara es la noche que yo no llamo a la policía". Concepción reconoce que "son grupitos esporádicos", pero "los hay e imagino que cada vez van a venir más". Esta vecina reclama que "se vigile enormemente para que no vuelva a pasar".

MULTAS La Policía Local de Badajoz ya está alerta. Según ha confirmado a este diario el superintendente, Miguel Sardiña, están tratando de "erradicar de raíz" este problema, que Sardiña considera que todavía no es botellón . La presencia de jóvenes en Puerta Pilar ha empezado a ser masiva a partir de agosto. Cuando se organiza el dispositivo conjunto con la Policía Nacional cada noche desde el jueves hasta final de la semana se incluye el parque de los Cañones entre las actuaciones y siempre que se ha detectado a gente bebiendo alcohol se ha denunciado. En este sentido, en el último mes se han puesto una docena de denuncias por beber en este parque e incumplir la Ley de Convivencia y Ocio, "pero otra cosa no podemos hacer porque están en un parque y a quien se está bebiendo una Fanta y no está infringiendo ninguna norma no lo podemos echar".

Sardiña señala que los agentes no han detectado por ahora que estas pandillas se dediquen a poner música o molestar, sino que básicamente se juntan allí a pasar el rato y quiere tranquilizar a los vecinos porque la intención de la policía es "erradicarlo antes de que se nos convierta en un botellón . "Estamos vigilando, para que no echen raíces", añade. Con la presencia policial conjunta "se trata de desarraigarlos de allí, a base de molestarlos y multar a quien esté bebiendo y creo que que lo estamos consiguiendo, porque hay menos gente y los que hay están sentados en los bancos, pero eso no tiene nada que ver con el botellón .