Los vecinos de la calle Zurbarán y San Atón se muestran satisfechos porque, por fin, después de 11 años de soportar en las inmediaciones (antes en Puerta Pilar) a miles de jóvenes los fines de semana, el fenómeno del botellón se ha trasladado a prácticamente al paseo Fluvial, como se ha demostrado el fin de semana pasado y la madrugada del viernes, una vez que ha empezado a aplicarse la Ley de Convivencia y Ocio aprobada por la Asamblea de Extremadura. Sin embargo, los afectados creen que se podría haber hecho antes, porque aseguran que el Ayuntamiento de Badajoz tenía en su mano ordenanzas para obligar a estos jóvenes.

Uno de los vecinos, Pedro José Rodríguez, manifestaba a EL PERIODICO, que el pasado fin de semana consiguieron por fin "restablecer un derecho que teníamos, ha sido difícil, porque nos ha costado muchos años". Rodríguez consideraba que lo que ha tenido hasta ahora el ayuntamiento ha sido "miedo escénico" de actuar "contra esa masa". Este afectado contaba que las viviendas de esta zona se han depreciado y esperan que a partir de ahora su valor suba, tras desaparecer las molestias.

LIMPIEZA INTEGRAL

Estos vecinos fueron recibidos el jueves en el ayuntamiento para abordar la situación y la necesidad de afrontar una limpieza integral de los portales, que ellos mismos pagarán. El ayuntamiento también limpiará y adecentará la zona, según ha confirmado el concejal de Seguridad Ciudadana, Alejandro Ramírez del Molino, quien ha manifestado que la Administración local no tenía hasta ahora ninguna herramienta legal para trasladar el botellón , en contra de lo que opinan los vecinos.

Unos satisfechos y otros empiezan a enfadarse. El jefe de la Policía Local, Miguel Sardiña, confirmó ayer que la noche del viernes la mayoría de los jóvenes optó por ir al río y no al Vivero o al ferial y que sólo unos pocos se acercaron a San Atón, pero los agentes allí apostados a primera hora les informaron de que allí no podrían quedarse a beber. La noche transcurrió sin incidentes y no hubo sanciones relativas al botellón . Sólo fueron multados tres jóvenes a los que se les pilló orinando en la calle.

PROTESTAS

El traslado del botellón al paseo Fluvial ya ha generado sin embargo las primeras protestas, según adelantó EL PERIODICO, entre los inquilinos de los bloques de pisos del final de Santa Marina, próximos al puente de la Universidad. Ayer mismo una vecina daba cuenta de que los jóvenes se habían juntado en la zona desde por la mañana hasta bien entrada la madrugada, coincidiendo con la macrofiesta universitaria de la alcazaba. La afectada se quejaba no sólo de ruido y el volumen de la música, sino que después, muchos jóvenes orinan en sus portales, en sus coches y dejan los vasos abandonados por los automóviles aparcados y las ventanas.

Alejandro Ramírez del Molino remarcó que la Ley de Convivencia y Ocio recién aprobada no marca ninguna distancia entre las viviendas y el ´botellón´. El concejal defendió que el lugar señalado en el paseo Fluvial se adapta a la ley regional "siempre y cuando la gente vaya a la parte de abajo, no la de arriba, hasta donde empiezan las viviendas y ahí no se permitirá el botellón ".