Vecinos de San Sisenando, en el Casco Antiguo, se quejaban ayer de que nadie se haya encargado de limpiar de barro la calle tras la granizada del domingo, que provocó inundaciones en muchas de sus viviendas y señalaron que con la tormenta de ayer, de no ser por los albañiles que trabajan en una obra en la esquina con Madre de Dios, que limpiaron los imbornales, se podían haber anegado de nuevo.

Los bomberos actuaron para levantar un imbornal en esta calle y también tuvieron que intervenir para realizar una operación similar junto al colegio Juventud, en cuya entrada se había formado un gran charco que dificultaba la entrada al centro de los alumnos a las actividades extraescolares.