Las asociaciones de vecinos y de comerciantes de la Zona Centro de la ciudad han acogido con «satisfacción» el anuncio del presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, de poner a disposición del ayuntamiento los 14.000 metros cuadrados de la segunda fase de la recuperación del antiguo hospital provincial.

También valoraron «positivamente», a pesar de entender que se trata de una decisión a costa de renunciar a la segunda fase del proyecto de carácter mercantil previsto para el edificio, que abre la posibilidad de que ese espacio acoja de nuevo el Centro de Salud de la Zona Centro de la ciudad, como reclamaban los colectivos vecinales y el propio ayuntamiento.

La situación cambió de un día para otro después de que estas mismas asociaciones se pronunciaran a favor de retomar la posibilidad llevar el centro de salud a la Residencia Juan XXIII, tras conocer y criticar que la diputación negociaba con Mercadona y otras empresas la instalación de un supermercado especial en esa parte del edificio.

VECINOS DEL CASCO ANTIGUO / Así, Javier Fuentes, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, vio «lógica la postura de la diputación» de ceder el espacio, «pero renunciar absolutamente a todo lo demás nos parece exagerado, porque solo pedíamos espacio para el centro de salud. Tampoco es eso; nos parece un poco una rabieta».

Manifestó que «para nosotros no es que sea viable o inviable el edificio, es que responde a una necesidad sobrevenida y es ese el único espacio que congracia Casco Antiguo y Pardaleras es ese, porque tiene que estar en el Casco Antiguo».

Fuentes afirmó: «Estamos orgullosos de la unión de las asociaciones y la constancia que hemos tenido». Entendió que es «un avance y un punto a favor de la sociedad de Badajoz, que alce la voz y se mantenga firme en defender sus necesidades». Y añadió: «Ahora bien, si hay que aportar ideas tenemos miles que son autofinanciables, como una escuela de danza, de arte dramático, estudios de grabación y centro cultural como el COC».

PARDALERAS / Juan José Martín Santos, de la Asociación de Pardaleras, señaló que «es lo que pedíamos, lo hemos conseguido y el esfuerzo ha merecido la pena». Recordó que «escribimos a los presidentes del Gobierno y de la Junta para que obligaran a la diputación a cambiar de actitud».

Dijo el presidente de Pardaleras que «no queríamos desmontar nada de lo previsto en el hospital, solo 3.000 metros para el centro de salud». Y añadió que «ahora falta es que el SES lo acepte, pues esta solución tendrá menos coste que un centro nuevo».

Martín Santos se mostró «contento y orgulloso del trabajo que hemos hecho, no era un capricho, era una necesidad».

Luis Pacheco, de SOS Casco Antiguo, expresó que «nos alegra que la diputación entienda que a pesar del proyecto que tenía con el ayuntamiento, dada la urgencia que surgió de reubicar el centro de salud, que haya entendido que lo primero es la salud y después todo lo demás». Y añadió que «ahora ayuntamiento y Junta tienen un reto, que el SES estudie llevar el centro de salud al Provincial y el ayuntamiento dé con urgencia las licencias para abrir el centro cuanto antes».

Para Pacheco, «hay un reto para el ayuntamiento, porque la diputación pone a su disposición 14.000 metros cuadrados y para el centro son solo 3.000; hay 11.000 pendientes de uso, que creemos que deben ser de uso público aunque no gratuito, para mantener el edifico».

TORMENTA DE IDEAS / «Nosotros ya trabajamos en una tormenta de ideas sobre usos públicos que generan ingresos. como una escuela municipal de danza, una centro similar al COC, alquiler de oficinas para microempresas, locales de ensayo insonorizados para que los jóvenes desarrollen sus inquietudes musicales, que el edifico tenga uso casi las 24 horas». Y consideró, entre otros: el centro de salud, la Escuela de Idiomas, el mercado gourmet «y por la noche, espacios y actividades culturales, con una cafetería».

Para SOS Casco Antiguo, «las administraciones públicas están obligadas a ponerse de acuerdo y facilitar todo lo que esté en sus manos para cubrir nuestras urgencias y necesidades, cada una desde lo que le corresponda».