"Como agua de mayo". Así esperaban los 300 vecinos de Alvarado la noticia de que el convenio entre el ayuntamiento e Hidroguadiana se cerrase y se pusiera fecha a la obra para que el agua potable llegue a sus viviendas. El próximo mes de octubre hará diez años que Aqualia lleva bolsas de agua tres veces por semana hasta la pedanía para abastecer a los vecinos. Ellos las recogen de un contenedor y las llevan a casa. Antes, bebían el agua de los pozos que surte aún sus casas, pero se detectaron que los niveles de nitrito y nitrato no la hacían apta para el consumo humano.

Los vecinos esperan desde hace años que el abastecimiento de la pedanía se resolviera --de paso, también acabarán con los problemas que la cal causa en calentadores, lavadoras, sanitarios...--, pero ahora les preocupa que las viejas tuberías que conforman la red (con más de 30 años) no aguanten la presión cuando la red se conecte al anillo de Talavera la Real.

El presidente de la asociación de vecinos, Manuel Palacios, señaló ayer que ya han planteado al ayuntamiento la necesidad de renovar las conducciones, ya que esta actuación no está contemplada en el convenio entre el ayuntamiento e Hidroguadiana. "Ya se producen reventones y cuando el agua llegue con más presión, las tuberías de fibrocemento no van a aguantar, como ya ha pasado en otros poblados", expuso el presidente vecinal.