La calma parece haber vuelto al número 10 de Olof palme tras la tensión que generó en el vecindario el incendio. Ahora los vecinos urgen a la Consejería de Fomento, titular del edificio, que repare cuanto antes los desperfectos ocasionados "porque aún huele a humo y está todo ennegrecido". Los técnicos de Fomento ya han evaluado los daños y se está cerrando el presupuesto para proceder lo antes posible a la reparación de los desperfectos, según fuentes de la consejería.

Más grave es la situación de Pedro, Juliana y sus tres hijos. Su piso, justo encima del incendiado, sufrió importantes desperfectos y no han podido regresar a su vivienda. De momento, viven con un familiar y, aunque según contaron ayer, han solicitado a Fomento que les asigne un piso en otra zona, "nos han dicho que tenemos que esperar a que arreglen el nuestro, pero no sabemos cuánto tardarán", lamentó Pedro, quien aseguró que sus hijos están traumatizados. "Por ellos no queremos vivir allí".