Vox deja de tener representación desde hoy en el Ayuntamiento de Badajoz. Poco más de un año ha durado la aventura de esta formación, cuyo único concejal, Alejandro Vélez, entró en el gobierno municipal por un acuerdo de coalición con el PP y Ciudadanos. Desde que se convocó el pleno ordinario, el primero tras el estado de alarma, estaba anunciado que hoy se disolvería este grupo municipal y la conversión en concejal no adscrito de Vélez, que ha sido expulsado de su partido. Pero el alcalde, Francisco Javier Fragoso, no había aclarado en qué situación quedaría el responsable de las delegaciones de Limpieza y de Poblados y tampoco el futuro de sus dos asesores, Juan Antonio Morales y Antonio Pozo. Fragoso acaba de resolver las dudas y ha justificado las decisiones en su apuesta por "la estabilidad de la ciudad".

Siendo este el motivo, es fácil adivinar qué ha ocurrido con Vélez. Fragoso ha explicado que tras la disolución del grupo de Vox, este concejal pierde todos los derechos que se tienen como grupo y por lo tanto carecerá de despacho y de la asignación económica que le corresponde al grupo. A partir de ahí, "como la legislación dice y deja bien claro", Alejandro Vélez no podría ostentar ningún derecho superior a los que disfrutaba en su situación anterior. Más no, pero sí los mismos que ya tenía antes. Así, el alcalde lo mantiene como integrante del equipo de gobierno y seguirá desempeñando las responsabilidades de Limpieza y de Poblados, como hasta ahora, y cobrará como concejal liberado. Las razones que lo han llevado a esta decisión es que "la ciudad no puede pagar con inestabilidad algo en lo que la propia ciudad ni el propio gobierno tienen responsabilidad y es una lucha interna entre Vox con una persona que este partido eligió para encabezar su lista y al que los ciudadanos votaron para ser su concejal".

Durante el debate de este punto en el pleno, tanto el portavoz socialista, Ricardo Cabezas, como la de Unidas Podemos, Erika Cadenas, han reprochado a Fragoso que ahora no actúe con Vélez como lo hizo hace dos años con Luis García-Borruel, el candidato de Ciudadanos a la alcaldía y portavoz de su grupo municipal, que tras abandonar su partido (segundos antes de que lo echaran, pues ya lo habían destituido como portavoz), pasó a ser concejal no adscrito y fue tratado como tránsfuga por el gobierno del PP, que le pidió reiteradamente su acta de concejal. Con Vélez no ha sido así. Para Fragoso, existe una "diferencia sustancial" entre Vélez y Borruel, pues insiste en que fue el exportavoz de Cs el que se marchó de su partido y se convirtió en tránsfuga, mientras que en el caso del exconcejal de Vox, "por una disputa interna lo han expulsado", aunque aún está en vía judicial la resolución de esta expulsión. Todo ello lleva al alcalde a concluir que "el tablero que a mí me corresponde organizar es el que los ciudadanos han dado con sus votos y por lo tanto en este momento yo apuesto por la estabilidad de la ciudad". Aunque es obvio, no está de más recordar que el voto del exconcejal de Vox es imprescindible para asegurar la ajustada mayoría de la coalición con el PP y Ciudadanos, por el que estos dos partidos se reparten la alcaldía, pues estas tres formaciones suman solo un concejal más que el PSOE y Podemos (14 frente a 13).

Ha sido Vélez quien, en su intervención en el pleno, ha manifestado que la disolución del grupo le parece "improcedente" pues no se considera expulsado de Vox, dado que "todavía vivimos en un estado de derecho, aunque le pese a la oposición" y aún está pendiente de la resolución judicial de aceptación de las medidas cautelares. Ha negado asimismo que se le pueda calificar de tránsfuga, porque "yo no me he movido del sitio en el que he estado siempre", sino que ha sido su partido el que ha querido expulsarle a costa de quedarse sin representación municipal lo que, según él, aún no es una decisión firme. En su opinión, sería un tránsfuga si se hubiese ido a las filas de la oposición, que está seguro que "me abrazaría, cosas más gordas se han visto en política"

Que no exista aún una resolución judicial es lo que ha salvado, de momento, a Juan Antonio Morales y a Antonio Pozo de quedarse sin empleo en el Ayuntamiento de Badajoz. Seguirán como asesores, aún no se sabe de qué. Fragoso ha explicado que estas dos personas forman parte del personal eventual que le corresponde nombrar como alcalde, como lo son el asesor asignado al grupo socialista y otro de Unidas Podemos. En este caso, estos dos exafiliados del PP continuarán percibiendo sus sueldos como asesores, a la espera de que haya una sentencia judicial definitiva por el recurso que ha planteado Vélez contra su expulsión de Vox, "porque los daños podrían ser irreversibles en el caso de darle la razón más adelante". Lo que no ha aclarado el alcalde cuáles serán las tareas que Morales y Pozo van a ejercer a partir de este momento. Solo ha señalado que les va a "reasignar una serie de funciones".