Fue el protagonista del pleno ordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de Badajoz, se supone que a su pesar. La oposición no perdió la ocasión de cuestionarlo, pero Alejandro Vélez siguió comportándose como si no hubiese pasada nada y aunque Vox ha manifestado por activa y por pasiva que ya no le representa en la corporación municipal, Vélez insistió en que sigue siendo concejal de esta formación. «Hoy, mañana y pasado vengo en representación del grupo municipal de Vox», recalcó. También su asesor, Juan Antonio Morales, y el auxiliar administrativo del grupo, Antonio Pozo, intentaron comportarse como si todo siguiese igual, sentados entre el público.

Poco tardó en saltar a la palestra la situación en que se encuentra este concejal. Acababa de iniciarse el pleno cuando el portavoz socialista, Ricardo Cabezas, preguntó al secretario general por los grupos municipales que forman la corporación. Fue el alcalde, Francisco Javier Fragoso, el que le respondió que son los mismos que al inicio de la legislatura, cuando se formó la corporación «y que usted conoce». Durante el debate de la moción que Vélez presentó para reprobar al PSOE por el caso de los ERE de Andalucía, Cabezas lo acusó de «estar a la derecha de Vox, por eso lo han echado» y de ser un «político oblicuo, ahora no sabemos de qué», mientras que la portavoz de Podemos, Erika Cadenas puso en duda con ironía «si realmente es un concejal de Vox el que está defendiendo esta moción o le han hecho un ERE».

Con total normalidad e incluso anunciando acciones de futuro, siguió ejerciendo Vélez como concejal de Limpieza. Respondió a las críticas sobre la iniciativa de hurgar en las bolsas de basura para localizar a quienes las depositan fuera de los contenedores y señaló que aunque han identificado a dos presuntos infractores que aún no han sido sancionados, el hecho de que esta medida (de la que informó este diario) se haya hecho pública, ha supuesto ya que se haya reducido esta práctica.

Vélez fue además protagonista por una moción del PSOE para que el ayuntamiento mostrase su repulsa por sus manifestaciones contra el islamismo. Podemos fue más lejos y presentó una transacional para que este concejal fuese reprobado y se le destituyese de cualquier responsabilidad de gobierno. Ni por asomo. PP y Cs impidieron la reprobación de su compañero de equipo, porque entendieron que en las palabras de Vélez «no hubo ataque» sino una «interpretación semántica», según el alcalde, que insistió en los argumentos que ya defendió cuando estalló la polémica. Vox criticó en aquel momento la reacción del imán de Badajoz en las redes y ayer lo acusó de «extralimitarse», al tiempo que dijo que como imán debería «tener cierta miras y no entrometerse en política». El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Gragera, tuvo sus dudas, pero finalmente aceptó las explicaciones de Vélez.

En el pleno, Cs quiso convencer al resto de los grupos de que los ordenes del día no incluyan asuntos que excedan el interés local. No parece que vaya a evitarlo, pero Gragera sí consiguió el compromiso de Fragoso de que en «dos meses» habrá un borrador de un nuevo Reglamento de Funcionamiento Interno.