El pleno ordinario que se celebró ayer en el Ayuntamiento de Badajoz hubiese pasado sin pena ni gloria de no ser por el todavía concejal de Vox, Alejandro Vélez, que protagonizó la sesión. No porque su situación haya cambiado después de que la semana pasada su partido insistiese en su expulsión y la disolución del grupo municipal, sino porque cuando nadie lo esperaba, decidió abandonar el salón plenario con la excusa de que el orden del día no había incluido una moción que su grupo presentó hace tres meses, para que una calle de la ciudad se dedique a «los autónomos».

Antes del pleno los medios de comunicación ya aguardaban a Vélez para conocer qué va a pasar con su acta, una vez que ha finalizado el expediente disciplinario por el Comité de Garantías de Vox que ha acordado su expulsión. Este diario publicó el viernes que el escrito firmado por el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, llegó al ayuntamiento el jueves y que Vélez había decidido presentar un recurso ante el Comité de Garantías y, si se pronunciase en el mismo sentido, acudirá al Comité Ejecutivo Nacional, como permiten los estatutos de su partido. Si estas alternativas internas fallan, está decidido incluso a acudir a los tribunales por la vía civil. De estos recursos informó el abogado de Vélez al ayuntamiento el viernes. El alcalde, Francisco Javier Fragoso, entiende por lo tanto que la expulsión de Vélez «no es firme» y «no sabemos cómo va a acabar», según manifestó ayer tras el pleno, en sintonía con lo que ya dijo cuando el expediente disciplinario se inició. Fragoso señaló que los problemas internos de un partido no pueden afectar al devenir normal de una corporación y que lo que tiene que hacer Vox es comunicar la situación del concejal cuando deje de ser una «propuesta» de expulsión.

El alcalde explicó que Vélez le informó la semana pasada de que contaba con cinco días para poder recurrir, una opción que sin embargo no constaba en el escrito que Vox pasó por el registro del ayuntamiento, al que había «hurtado la coletilla final en la que pone que cabe recurso». Por todo ello, «lo que tenga que hacer el ayuntamiento lo hará cuando tengamos una resolución firme del partido y no andaremos jugando con dimes y diretes», recalcó Fragoso, quien señaló que en cada pleno no se puede tomar una decisión diferente.

Vélez, por su parte, insistió en que su situación «a día de hoy» es la misma y sigue representando a Vox. Aseguró que aún le queda «mucho recorrido» y no sabe «cómo va a acabar» este procedimiento, «que no es definitivo». El concejal de Limpieza mostró su deseo de que se imponga «la cordura» y «al final las aguas vuelvan a su cauce», pues insistió en que desde su grupo municipal «no se ha cometido nada que vaya en contra de los principios del partido», en referencia a la contratación de un asesor (Juan Antonio Morales), que es el motivo que alega Vox para expulsarlo.

Pero en el grupo socialista tienen otra visión. Su portavoz, Ricardo Cabezas, pidió tras el pleno a Fragoso que aclare qué está pasando con su socio de gobierno, el concejal de Vox. Cabezas no entiende que si el jueves entró por registro que Vélez ya no forma parte de este partido, por qué el alcalde no ha dado cuenta de esta comunicación al secretario general del ayuntamiento. Los socialistas dan por hecho que Vélez ya es un concejal no adscrito «con lo que ello conlleva», como ocurrió en la anterior legislatura con el exportavoz de Ciudadanos, Luis García-Borruel.

En opinión del PSOE, si el concejal de Limpieza abandonó ayer el pleno no fue porque no se debatió sobre la calle a los autónomos (pues, según Cabezas, sabe que hay muchas otras en lista de espera), sino porque la sesión incluía mociones en las que se debatían cuestiones con amplio consenso del resto de grupos, en relación con el Día de la Mujer y con la red internacional para erradicar el nazismo; dos asuntos, «con los que le salen sarpullidos y por eso ha salido corriendo».