Los vendedores ambulantes solicitarán permiso a la Subdelegación del Gobierno para manifestarse el 30 de octubre en contra del nuevo recinto del mercadillo que el ayuntamiento ha diseñado en el antiguo ferial, al que está previsto que se trasladen en enero del 2008 y cuya superficie consideran insuficiente para desarrollar su trabajo. Además, estudian la posibilidad de suspender su actividad el próximo martes como medida de presión.

La decisión de salir a la calle se adoptó ayer por la mañana en una reunión convocada por la Asociación Extremeña del Comercio y de la Venta Ambulante a la que, según fuentes del colectivo, asistieron alrededor del 80% de los 229 propietarios de los puestos que se instalan en La Paz. Los asistentes acordaron pedir una autorización para recorrer con sus vehículos el trayecto que separa el actual mercadillo y la plaza de España, sede del consistorio, en señal de protesta.

QUIEREN MAS ESPACIO Antonio Salazar, representante legal de los vendedores y miembro del despacho Salazar Asesoramiento Jurídico, explicó que, una vez "agotada" la vía del diálogo con el concejal de Mercados, Alberto Astorga, pretenden que su movilización sirva para que el consistorio reconsidere su postura y atienda la reivindicación de los vendedores de ampliar en 1.800 metros cuadrados la superficie del nuevo recinto y distribuir de forma lineal los puestos para dar cabida a sus vehículos. "Queremos que las decisiones beneficien a la mayoría y siempre vamos a estar en contra de unas normas perjudiciales para los vendedores", justificó.

En la reunión, la asociación informó sobre los perjuicios que les acarreará a sus negocios el diseño y pidió la implicación de todos para defender sus intereses. En este sentido, Salazar destacó la "unidad" de los afectados, que se sienten perjudicado al 100%.

Asimismo, transmitió el malestar de los vendedores porque no se haya contado con ellos para decidir el diseño y por no ceder ante ninguna de sus pretensiones cuando, según Salazar, ellos han buscado el consenso. "Entendemos que debe existir un proceso de regularización en el mercadillo, es más, lo apoyamos, y si quisieran podríamos ayudarles a realizar este proyecto", apuntó.

También criticaron que el concejal se niegue a ampliar el recinto cuando ellos se han ofrecido a sufragar el incremento de costes con una subida de impuestos y que Astorga argumente que es inviable por motivos de seguridad "cuando el barracón que ellos proponen es mucho más peligros si, por ejemplo, se produce un incendio, pues se propagaría rápidamente el fuego por todos los puestos", dijo.

"Se nos quiere meter en un cuadrilátero de 120 por 120 metros existiendo terreno público libre, ¿por qué?", se preguntó Salazar, quien recordó que el mercadillo no solo es para los vendedores, sino también para los que acuden cada semana.