Manuel Corbacho, de Come y Calla, ganó el año pasado el premio popular de Sabor con su tapa más internacional, el Brownie ibérico, que protagoniza el cartel de este año. Come y Calla no ha faltado a ninguna de las tres ediciones. Corbacho reconoce que cada año se introducen mejoras que solventan carencias de las anteriores. «Se pretende que sea una feria gastronómica gourmet y por las tapas que veo de los compañeros, vamos en el buen camino», señaló este cocinero, que destacó la calidad de la oferta. «En líneas generales la feria va a mejor y va a ser la más importante de Extremadura», defendió. Según contó, el año pasado «tuvimos la suerte de quedarnos sin producto, vendimos casi 2.000 tapas» y en esta edición han preparado algunas más. «Si se acaban, es buena señal».