Es un servicio que goza del interés de los bañistas, a juzgar por los datos que el alcalde, Francisco Javier Fragoso, ofreció el verano pasado durante su inauguración: más de 1.800 usuarios durante los meses de julio y agosto y unos 5.000 préstamos de libros, prensa y juegos de mesa. La bibliopiscina llevaba 19 años funcionando en la piscina de verano de La Granadilla y 7 en la de San Roque, pero este verano el ayuntamiento no ha podido ponerlo en marcha debido al retraso en la licitación y en la adjudicación del contrato. El concejal de Cultura, Antonio Cavacasillas, pidió ayer disculpas a los usuarios tras reconocer que en la concejalía han estado «muy preocupados» por este retraso.

El concurso se convocó tarde, pues el ayuntamiento no lo publicó hasta el 22 de julio y el plazo de presentación de ofertas concluyó el 7 de agosto. Como novedad, por primera vez se contrataba para dos años prorrogables otros dos. El concurso acaba de resolverse, pero solo podrá ser para los tres próximos veranos, pues aunque el actual no ha terminado, las dos piscinas municipales cerraron el pasado domingo, 1 de septiembre. Eso sí, el próximo verano ya no habrá excusas para que empiece a funcionar puntualmente pues el servicio ya está adjudicado, a Códice Gestión de la Información.

Cavacasillas echó la culpa del retraso a los requisitos que establece la nueva Ley de Contratación de las Administraciones Públicas, «tanto que finalmente ha ocurrido que no hemos llegado a tiempo para que el servicio se haya podido abrir». Según dijo, la concejalía no tiene constancia de quejas por parte de los usuarios, «lo que no quiere decir que no las haya».