El fuerte viento que desde ayer al mediodía se registró en la capital pacense derribó más de cien metros de valla metálica del campo de fútbol de San Roque. La parte afectada fue el lateral que linda con la antigua Nacional V, que la policía local y los bomberos quedaron acordonada con vallas.

Este fue uno de los incidentes más destacables entre los registrados ayer a causa de las rachas de viento, que también tumbaron algún árbol --como en Carolina Coronado, que cayó en la mediana y no afectó al tráfico-- y, sobre todo, muchas ramas. Algunas de éstas provocaron daños materiales en vehículos, aunque no de consideración, según informó el jefe de guardia del parque de bomberos.

Desde las doce del mediodía, cuando el viento comenzó a azotar con más fuerza, hasta las ocho de la tarde, los bomberos realizaron una veintena de salidas. Tuvieron que intervenir en la plaza de Portugal; en Las Vaguadas --desde donde llegaron las primeras llamadas-- por el desprendimiento de marquesinas en viviendas; en las casas adosadas de La Granadilla --de donde se registraron numerosos avisos--; en el Círculo Pacense, ante el riesgo de que cayeran los cristales de un ventanal; o en el parque de San Fernando, entre otras zonas de la ciudad.

Además, el parque de bomberos registró varias llamadas de vecinos preocupados por las grúas del edificio en obras de Caja Badajoz, pero los bomberos les tranquilizaron porque no existía "ningún riesgo".

El viento dejó paso al agua que cayó con fuerza por la tarde formando balsas de agua en distintas partes de la ciudad, como en la rotonda de los Tres Poetas y en la carretera de Sevilla.