El juicio por homicidio y robo con intimidación que se sigue en la Audiencia Provincial de Badajoz contra I. D. C., acusada de estrangular a A. O. M. el 2 de mayo de 2018 en un piso de Valdepasillas después de mantener relaciones y consumir droga, ha quedado visto para sentencia. La fiscalía y la acusación particular mantienen sus peticiones de penas de 15 años de cárcel por el primer delito y cinco más por el segundo, mientras que la defensa solicita la absolución de la mujer.

El fiscal, en sus conclusiones finales, ha sostenido que la acusada mató a la víctima de "una manera brutal, con sus propias manos y de forma consciente", aprovechándose, además, de que el hombre se encontraba "aletargado" por el consumo de drogas, con lo que solo existió "una mínima posibilidad de defensa", motivo por el que añade al delito de homicidio la agravante de abuso de superioridad. Asimismo, ha defendido que el móvil de la imputada fue "quitarle el dinero", que necesitaba para comprar sustancias estupefacientes. "La violencia la desplegó para que le diera lo pactado o para quitarle el dinero, da igual uno, 10 euros o más, es un robo con intimidación", ha dicho. La fiscalía considera probado que en la habitación donde se produjo el crimen solo estuvieron la víctima y la acusada, pues solo se se han encontrado huellas y ADN de ellos, y que l. D. C. planeó después una "burda coartada" dejando una nota escrita al fallecido para justificar su teoría de que no se había percatado de que estaba muerto, pese a que pasó varias horas con el hombre ya sin vida en el cuarto. El fiscal acusó a la defensa de plantear un "juego de apariencias y deslizar especulaciones frente a pruebas claras y contundentes" al tratar de implicar en los hechos a los dos inquilinos que se encontraban en la vivienda en el momento del crimen, cuando durante la fase de instrucción del caso ya se determinó que no había indicios incriminatorios contra ellos.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por Pedro Rodríguez, hizo hincapié en los testimonios de los peritos y expertos que han declarado en el juicio, que, según ha dicho, "quiebran el principio de presunción de inocencia" de la acusada y no dejan dudas de que solo ellos dos permanecieron en la habitación las horas previas y posteriores al crimen, y que la víctima fue agredida de manera violenta, como demuestran las lesiones que presentaba. Asimismo, cuestionó que, como sostiene la defensa, el estado de salud de la imputada fuera precario en el momento del crimen, así como que su hijo haya señalado que no tenía un carácter violento, cuando sus antecedentes penales dicen lo contrario.

La defensa, a cargo de Cipri Cerezo, sin embargo, ha considerado que "no hay ni una sola prueba" que confirme que la acusada realmente mató y robó a Antonio. O. M., como tampoco que los restos de ADN de la mujer en las manos del fallecido supongan signos de defensa ante un ataque, pues ha insistido en que se pueden corresponder con el contacto físico íntimo que ambos mantuvieron. La letrada ha insistido en que en el momento del crimen había cuatro personas en la vivienda, ellos dos y los dos inquilinos del piso, uno de ellos el amigo del fallecido que, según la defensa, como él mismo reconoció durante el juicio ya había entrado ese mismo día en el dormitorio a coger unas pastillas de la maleta y esa madrugada volvió a pedir más a A. O. M. "No es descartable que en un ataque de ira subiera a la cama y agrediera a Antonio y mi defendida no se enterara", ha expuesto la defensa. Además, la abogada ha dado por acreditado que I. D. C. se encontraba en las mismas condiciones que el hombre, pues también había consumido estupefacientes y su estado de salud era malo, por lo que no podría haber abuso de su superioridad. También ha reiterado que la mujer no tenía motivos económicos para matar a la víctima, porque cobraba la Renta Básica y trabajaba en un "fumadero" del Casco Antiguo en el que le pagaban con droga. "Es un poco rocambolesco afirmar que lo mata para robarle una pequeña cantidad de dinero cuando lo lógico era que hubiese esperado a que se durmiera y marcharse sin hacer ruido", ha dicho.

El jurado popular se encuentra ya reunido para decidir su veredicto, que se prevé que se haga público durante el día de hoy.