Según el delegado episcopal del Patrimonio Cultural de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Francisco Tejada Vizuete, el patrimonio que guardan los conventos de clausura es "en general, importante", sobre todo en orfebrería. "Te encuentras con piezas únicas conservadas a lo largo de los siglos". En su opinión, habría que dar a conocer estas piezas en exposiciones que se podrían organizar periódicamente.

Aunque la Junta realizó un inventario, Vizuete cree que sería necesario realizar una catalogación y estudio exhaustivo y profundizar en las características de todo este patrimonio, que las monjas se han encargado de conservar "con mucho cariño". En algunos casos, por sus pocas nociones de restauración, estas mujeres se limitaban a repintar o a colocar otra pieza encima.

Existe un libro, Sevilla oculto que se introduce en los conventos de la capital hispalense. La idea de Tejada Vizuete es hacer lo mismo en Badajoz y el primer paso que va a dar es elaborar un catálogo de todo lo que contiene el convento de las Carmelitas, con su iglesia del siglo XVIII, "que guarda un patrimonio muy interesante".

En la ciudad existen otros dos conventos de clausura: el de las Descalzas y el de Santa Ana. En este último existe incluso un pequeño museo y Tejada Vizuete destaca la ardua labor de sor Celina.