El escritor ganador del Premio Nadal 2005 por su novela Un encargo difícil estuvo ayer en la XXIV edición de la Feria del Libro de Badajoz, donde firmó ejemplares de sus obras y pronunció una conferencia en la que relacionó la memoria con la literatura, basándose en la gestación de dos de sus novelas, La noche del tramoyista y la recientemente galardonada Un encargo difícil .

La primera de las novelas está ambientada en Ibiza y está basada en los recuerdos de su niñez y la historia de la isla, mientras que la segunda novela, está ambientada en Cabrera, en el verano de 1940.

El escritor catalán reconoció que al enlazar un libro escrito hace años con uno reciente "me he dado cuenta de que me estoy haciendo mayor, más que nada releyendo aquel libro, que es muy ingenuo y muy entusiasta, éste quiere ser un libro optimista en el que cuenta cómo ciertas personas se sobreponen a los horrores de una guerra y a las desgracias que les rodean".

Zarraluki, que lleva todo el año de promoción, tras obtener el Premio Nadal, manifestó que, aunque ha sido "desconcertante", "ha sido muy divertido viajar por toda España", aunque reconoció que "es tan fugaz el contacto con los lectores que te deja parado, por desgracia no hay mucho tiempo para la conversación", declaró.