Realmente es más conocida como «Dieta Atlántica», aunque de hecho es la dieta tradicional de Galicia y el norte de Portugal y está basada fundamentalmente en el consumo de pescado, carne, lácteos, verduras y legumbres, patatas y pan integral.

Según un estudio español, liderado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del instituto IMDEA-Alimentación, los adultos mayores que siguen este tipo de alimentación tienen una menor mortalidad.

En estudios previos, el equipo de investigadores del grupo del CIBERESP que lidera Fernando Rodríguez Artalejo, miembro de la comisión científica de BuscandoRespuestas y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina, había observado que entre las personas que seguían una ‘dieta atlántica’ había menos obesos y sus valores de colesterol, triglicéridos y tensión arterial, factores de riesgo cardiovascular, eran muy buenos.

Tal y como detallan los autores del estudio, «estas mismas personas también tenían, en parte por la misma razón, un menor riesgo de sufrir infarto de miocardio. Y esa fue una de las razones fundamentales que movieron a comprobar si la dieta atlántica se asociaba también con menor mortalidad».

Con esta hipótesis de partida, el equipo utilizó los datos de 3.165 personas mayores de 60 años, seguidas desde los años 2008-2010 hasta el 2020.

«Se trataba de ver si los individuos que al inicio del estudio tenían un patrón de alimentación más parecido a esta ‘dieta gallega’ morían menos que los demás, a lo largo de los más de 10 años de seguimiento».

Ese patrón de la dieta atlántica incluía 9 alimentos:

?Pescado fresco.

?Bacalao.

?Carnes rojas y derivados.

?Lácteos

?Legumbres y verduras.

?Sopa de verduras

?Patatas

?Pan de grano.

?Vino.

El estado vital se determinó con el Índice Nacional de Defunciones de España.

Así, los investigadores comprobaron que las personas con una alimentación más acorde con el patrón de la dieta atlántica tenían una mortalidad un 33% menor que aquellas cuya dieta se ajustaba menos al patrón de dieta atlántica.

Según los resultados, publicados en BMC Medicine, los beneficios sobre la mortalidad se debieron en parte a un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y por cáncer.

«Cabe mencionar ?aclaran los autores? que los resultados obtenidos hacen referencia sólo a diferencias entre los que seguían y no la dieta atlántica. Otras variables, como las relacionadas con la mortalidad, la edad, el consumo de tabaco, la actividad física o la presencia de enfermedades crónicas se tuvieron en cuenta en los análisis».

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Dieta tradicional de Galicia y el norte de Portugal

La dieta atlántica es un resumen de los productos de tierra y mar que la geografía y la meteorología han puesto a disposición de los habitantes de Galicia y el norte de Portugal.

La proximidad de estas dos regiones al océano Atlántico permite que sus habitantes disfruten del consumo habitual y regular de pescado.

A esto hay que sumarle que son zonas muy verdes, ideales para la ganadería, lo que permite que la carne roja, los embutidos y derivados del cerdo, además de los lácteos estén presentes en los menús diarios de la zona.

Los productos de la huerta ?como patatas, verduras y legumbres? también son habituales en toda la región, y se consumen además en forma de caldo gallego o caldo verde.

El pan es integral, de centeno, maíz o trigo.

Y tradicionalmente las comidas se acompañan de vino.

En este reciente estudio, la mayoría de los componentes de la dieta atlántica se relacionaron con una menor mortalidad, aunque las asociaciones fueron pequeñas.

Según los autores, este no es un hecho extraño, ya la clave está en el consumo conjunto de todos estos alimentos, más que en sus propiedades saludables consideradas por separado.

«Por ejemplo, si una persona consume regularmente pescado, verduras, legumbres y carne, como en el contexto de la dieta atlántica, sus efectos sobre la salud se pueden ir sumando».

Dieta atlántica vs dieta mediterránea

Por último, los autores compararon la dieta atlántica y la dieta mediterránea. «El resultado fue bastante llamativo, pues la reducción de la mortalidad en los que seguían la dieta atlántica fue muy similar a la que se obtenía al consumir una dieta mediterránea», aseguran los investigadores.

A pesar de los resultados obtenidos, los autores del estudio piden cautela, ya que sólo se han analizado a personas de más de 60 años y hay que esperar para sacar conclusiones más detalladas y exactas.

Pero, en todo caso, los investigadores consideran que estos nuevos datos apoyarían el desarrollo en Galicia y el Norte de Portugal de guías alimentarias que tuvieran en cuenta su patrón dietético tradicional. «E incluso ?concluyen los autores? el realizar investigaciones similares en otros países del Norte de Europa, porque nuestra dieta atlántica no es tan diferente a la suya».