Entre 8.000 y 10.000 cacereños, según fuentes de la policía local, acudieron ayer al parque del Rodeo a presenciar el espectáculo de fuegos artificiales y música con el que el ayuntamiento de la ciudad ha querido inaugurar el encendido navideño este año. El público abarrotó las orillas de los lagos y las calles cercanas, pero también fueron muchas las personas que contemplaron los fuegos de artificios desde las ventanas y balcones de los edificios del entorno.

Al acto acudieron el concejal de Festejos, Lázaro García, quien agradeció la masiva respuesta de los cacereños y confió en que pudiera repetirse en fechas sucesivas, y los ediles Cristina Leirachá y Manuel Rodríguez Cancho, a quienes acompañó el periodista Luis del Olmo, que estaba en la ciudad para recoger un premio.

El espectáculo se inició con media hora de retraso, por lo que hubo cierto revuelo entre los presentes y se escucharon pitos y silbidos. Pero pasadas las nueve y media de la noche los primeros fogonazos iluminaron el cielo y los fuegos artificiales bailaron literalmente al ritmo de la música, desde la clásica hasta el Imagine de John Lennon.

El acto, que finalizó cuando se encendió un árbol de navidad en el parque y un felices fiestas en el ojo del puente, se ganó el aplauso y la admiración de los presentes. En el transcurso del mismo se produjeron pequeños sobresaltos cuando parte de algún artificio cayó sobre el público, aunque nadie tuvo que ser atendido por los sanitarios.

Veinte agentes de la policía local, una dotación de bomberos y operarios municipales velaron por la seguridad de los asistentes. El perímetro de seguridad obligó a cortar parte de la avenida Pablo de Naranjo y se desvió la circulación por Muñoz Torrero, Martín Duque y Los Pilares. Si hubo cierto caos circulatorio antes de que comenzara el espectáculo y cuando acabó, debido a la gran afluencia.