Lejos de enfrentarse, la Feria de la Tapa y las tapas de la feria están viviendo en perfecta sintonía en este San Fernando. La iniciativa de los hosteleros del centro no ha mermado los ánimos de los caseteros ni la afluencia de público al recinto ferial, que el sábado recibió a más de 100.000 personas a lo largo del día según Festejos, una cifra similar a la de años anteriores.

En este sentido, el presidente de la asociación de caseteros, José Manuel Buitrago es tajante: "Ha sido peor el fútbol que las tapas en el centro de la ciudad", explicaba ayer tras una noche de sábado algo más tranquila que otros años como consecuencia, según sus palabras, de los partidos del Real Madrid y el Barcelona. "Mucha gente de los pueblos que habitualmente se pasan por la feria en este día no lo han hecho por los partidos", afirma.

En todo caso reconoce que sí se ha notado algo menos de gente a mediodía, aunque lo achaca más a que muchos cacereños aprovechan este fin de semana para coger unas minivacaciones que al tapeo en el centro, algo que ve como "un complemento de la feria".

También los caseteros de la feria están satisfechos con la afluencia de público en San Fernando 2007, y no creen que la Feria de la Tapa les haya restado público. En la caseta El Jaleo, que regenta Casa Diego, 15 personas no paraban de poner raciones de todo tipo ayer. Aunque reconocen que esta es una jornada más tranquila, Mari Paz Tapia, desde detrás de la barra asegura que cuentan con "una clientela fija que viene a la caseta" y destaca que este año había muchas ganas de feria, "supongo que porque no ha hecho tanto calor, algo que siempre resta público a las casetas", apunta.

Y es cierto que a pesar de que la noche del sábado fue larga para algunos, ayer había también ganas de tapas entre los cacereños. María José Borrella, que esperaba con la familia y un tocado de cowboy sus raciones, explicaba que en su primer día de tapeo en este San Fernando había optado por acudir al recinto ferial, "porque el ambiente es fantástico".

La escena era similar en otras casetas como la de Casa Piquiqui. Su propietario, José Luis Gómez, aseguraba que el sábado sirvió más de 500 comidas y no paró de poner tapas hasta las siete de la tarde. Igualmente satisfecho estaba el dueño de la caseta El Pantano, Julián Rubio, que cumple cuatro años en la feria de Cáceres con un balance positivo en cuanto a público, aunque reconoce que la propuesta de los hosteleros del centro ha restado algo de gente. "Que se amplíe el recinto de casetas y vengan ellos también al ferial", propone.

MORIR DE EXITO En los establecimientos del centro, el lleno fue absoluto también ayer, a pesar de que esperaban menos afluencia que en las jornada anterior y después de las protestas de algunos comensales, que en la jornada del sábado que se quejaban de que an algunos establecimientos cerraran las cocinas cuando aún había gente pidiendo tapas y de la lentitud del servicio en algunos momentos.

Aunque reconoce que no esperaban tanta afluencia y que eso ha provocado que puntuamlemte "hubiera tal colapso que resultaba imposible moverse", el propietario del Mesón San Juan, Rafael Arnáiz, que fue uno de los impulsores de la Feria de la Tapa, habla de rotundo éxito de la iniciativa. Destaca además que esta propuesta no ha ido en detrimento de la actividad habitual e madiodía en las casetas y asegura que no solo han captado la atención de los cacereños, sino de gente de otros puntos