La importancia de un documento no radica en su estética, sino en su peso sobre el desarrollo histórico de la ciudad. Esta sencilla carta tiene una gran relevancia. Suscrita por Fernando IV en 1303, concede a Cáceres las Rondas de la Villa por Juro de Heredad, es decir, el permiso para empezar a construir fuera del recinto amurallado una vez alejada la amenazada musulmana. Hoy es fácil comprobar cómo esas rondas comenzaron a formarse con sus viviendas anexas a la muralla, ocupadas por grupos gremiales: caleros, curtidores...