Cáceres lleva 17 años dependiendo de un trasvase Almonte-Guadiloba que se creó en 1992 de forma provisional, y que ha dejado a la ciudad cuatro veces con el agua al cuello , es decir, solo con las reservas almacenadas hasta ese momento en el pantano, para seis meses o a lo sumo un año. Ocurrió por primera vez en el 2002, cuando la cota del Almonte se situó por debajo del nivel de captación de las bombas, y se repitió en el 2005 (en dos ocasiones) y en el 2007. Paradójicamente, en el 2006 el Guadiloba tuvo que tirar por la presa 20 hectómetros cúbicos (hm3) equivalentes al agua que consume Cáceres durante dos años, ya que no podía almacenar más en aquel otoño lluvioso. A día de hoy, en plena carestía, y para evitar otra parada del trasvase, la generación de electricidad en Alcántara se ha frenado por segunda vez en 18 años.

Todos reconocen que Cáceres necesita una solución urgente. El Guadiloba, con sus 20 hm3, ya no es suficiente para una población que consume 10 hm3 al año. Desde el 2001 se han barajado alternativas dispares con presas y trasvases aquí y allá que han desatado mil polémicas. La solución elegida por el Gobierno, el trasvase desde Portaje (realimentado por el Gabriel y Galán) hasta el Guadiloba, también ha hecho correr ríos de tinta. La obra continúa en marcha, pero necesita un importante modificado y ha retrasado su finalización hasta el 2011. Mientras, el PP insiste en derogarla porque "no garantiza el agua". Y Cáceres sigue en plena sequía.

1995-2002: La ciudadnecesita otra presa

La historia es larga. Ya en 1995, tres años después del estreno del trasvase Almonte-Guadiloba (que al menos alejaba el temor a nuevos cortes de agua), la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) realizó un informe que desvelaba la imposibilidad de que el Guadiloba cubriera la demanda de Cáceres a partir del 2012. En el 2001, el Ministerio de Medio Ambiente adjudicó a una empresa especializada los estudios para un nuevo embalse, y se barajaron cuatro ubicaciones: dos en el Almonte y dos en el Tamuja.

2003: El pantano se harárealidad en el Almonte

El 26 de septiembre del 2003, el ministerio revelaba la ubicación elegida para la presa: el Almonte, a 4 kilómetros de Monroy y a 30 de Cáceres. Se trataba de un pantano de 40 hm3, el doble del Guadiloba (también seguiría aprovechándose, sumando en total 60 hm3), con aguas de mejor calidad provenientes de una cuenca de 1.385 km2 (por 135 del Guadiloba). La licitación se realizaría en verano del 2004 para empezar la obra a final de año y concluírla antes del 2010.

La oposición de los ecologistas no se hizo esperar por el emplazamiento escogido, un espacio fluvial especialmente conservado. Una veintena de colectivos formaron la Plataforma en Defensa del Almonte y presentaron otras alternativas en las inmediaciones del actual trasvase.

2004: Elecciones yvuelco al proyecto

Sin embargo, Rodríguez Zapatero ganó las elecciones del 2004 y se apresuró a anunciar la revisión del Plan Hidrológico Nacional, que incluía la presa del Almonte. En abril, el entonces alcalde, José María Saponi, ya comenzó a temer que el proyecto se ralentizara. La CHT aclaró que se encontraba "elaborado" y pendiente de remitir al Ministerio de Medio Ambiente para su publicación en el BOE. Cifrado en 28 millones de euros y con partida presupuestaria, su licitación estaba prevista para agosto.

En julio, la presa se había convertido en el tema que más inquietaba al ayuntamiento. Saponi escribió a la nueva ministra, Cristina Narbona, recordando su urgencia. El 9 de noviembre saltó la noticia: La CHT anunciaba que se estaban barajando de nuevo cuatro enclaves. Primero, Portaje, una presa construida en los 80 para regadío que nunca fue aprovechada, y que se realimentaría del Gabriel y Galán (esta precisión se introdujo días después). Segunda, una captación en el embalse de Alcántara. Tercera, un trasvase desde la presa del Salor. Y cuarta, la antigua opción del Almonte, con pocas posibilidades al tratarse de una zona de máxima protección ambiental de Europa, según la CHT.

Todas se completarían con el Guadiloba y en cualquier caso la obra se iniciaría en el 2006 con dos o tres años de duración.

El ayuntamiento, que no había sido informado directamente, consideró este anuncio "una tomadura de pelo". "Ya había proyecto, había presupuesto", lamentó Andrés Nevado. El gobierno local se decantó de nuevo por la presa del Almonte y presentó alegaciones al resto. Desechaba Portaje por su escasa capacidad (23 hm3, poco más que el Guadiloba), por la necesidad reforzarse con el Gabriel y Galán (destinado a riego y producción eléctrica), y por la obligación de construir 65 kilómetros de tuberías y estaciones de bombeo, lo que encarecería el coste del recibo de los usuarios. Pasa a la página siguiente