Ocurrió hace dos años en Plasencia. Una mujer intentó acabar con la vida de su hija con discapacidad administrándole pastillas. Después intentó suicidarse pero, gracias a la actuación de su marido, lograron salvarse. Mañana será juzgada por estos hechos en la Audiencia Provincial de Cáceres, donde aceptará la condena de 15 años de libertad vigilada por un delito de asesinato en grado de tentativa. La mujer padecía una enfermedad mental en el momento de los hechos que ha sido probada por los forenses, por lo que se le aplica la eximente de trastorno mental al considerar que tenía completamente anuladas sus capacidades mentales. Dejó una carta en la que explicaba que lo había hecho por desesperación, ya que sufría por el estado y el futuro de su hija. El marido se las encontró a la mañana siguiente y las trasladó al hospital, donde fueron estabilizadas y curadas. Junto a la condena de los 15 años de libertad vigilada, el Ministerio Público y el abogado que la defiende han acordado también que debe continuar con su tratamiento médico, con el seguimiento de su médico de familia y del psiquiatra. Tendrá prohibido además estar a solas con su hija y deberá siempre visitarla en compañía de una tercera persona (cuando la hija se encuentre en el ámbito familiar debe supervisarlo su tutor u otro familiar o cuando esté en el centro en el que se encuentra ingresada bastará con el personal del mismo). Estas medidas debe cumplirlas durante un periodo de diez años. Mañana la condena se hará firme.