"No a la mina", fue la consigna unánime de los que se congregaron ayer en la plaza Mayor para mostrar su rechazo a la explotación de litio en la ciudad. Tras meses de críticas al proyecto minero de Valdeflores, la plataforma Salvemos la montaña materializó ayer su protesta en el corazón de la capital cacereña. A la convocatoria asistieron alrededor de 2.000 personas, según cifras de la organización, en una de las concentraciones más multitudinarias que se recuerdan en los últimos años.

Antes de la hora fijada, los cacereños iban concentrándose a cuentagotas en el espacio que luce ya la armadura de la carpa del carnaval. El ritmo de la batucada de Santuka de Fuego recibió a los primeros asistentes. A media mañana, el espacio ya era un hervidero de globos verdes y pancartas con mensajes contrarios al yacimiento y favorables al paraje de la Sierra de la Mosca. La organización se encargó de repartir a la altura de Pintores centenares de banderolas. Aunque la convocatoria fue masiva, transcurrió con normalidad y sin incidentes de relevancia. Salvemos la montaña leyó un manifiesto a tres voces - y con intérprete de lengua de signos- ante el clamor de los asistentes. Una performance de percusión de Santuka de Fuego, que emulaba un corazón latiendo y que contó con la colaboración de los asistentes, puso fin a la protesta que se prolongó durante algo más de una hora. La cita concluyó con una canción protesta que había compuesto la propia plataforma. Entre tanto los manifestantes, coreaban el discurso. Marisol es cacereña y estuvo presente ayer «por salud, por coherencia y por compromiso». Unos metros más allá y con la misma opinión se encontraba Alfredo. «No me gusta que contaminen mi casa», declaró. Por su parte, Sonia Hurtado, naturópata, aludió al respeto al espacio natural en la Sierra de la Mosca y añadió que «nuestro deber es proteger nuestro legado».

Por su parte, uno de los portavoces de la plataforma, Eduardo Mostazo, aplaudió la afluencia «masiva» a la convocatoria y alertó del «perjuicio para la salud» que entraña el yacimiento a cielo abierto y criticó el «oscurantismo» y la «falta de transparencia» del proyecto. En cualquier caso, anunció más acciones de protesta de la plataforma con el fin de paralizar la explotación de la empresa Extremeña del Litio, Sacyr y Plymouth Minerals. Mostazo denunció la «catástrofe ambiental» que supondría la explotación en Valdeflores para el aire, los suelos y el agua».

Cabe destacar que las máquinas continúan con las catas. La empresa minera registró esta semana un informe donde pide formalmente al Ayuntamiento de Cáceres que modifique el Plan General Municipal (PGM) para permitir la actividad minera en el paraje natural. Así, para la plataforma el objetivo primordial es que «paren las máquinas en la Sierra de la Mosca», se revoque la licencia de obra menor y, posteriormente, se busque «una figura de protección de la Montaña» para asegurar «que no va a haber mina».

El proyecto, según publicó este diario esta semana, a cielo abierto ocuparía una extensión de 33 campos de fútbol -26,5 hectáreas con 240 metros de fondo- y dejaría un lago artificial, tiene una vida útil de 24 años y se explotaría entre dos y 16 años. Será la comisión de Urbanismo la que se pronuncie a favor o en contra. Tres grupos municipales (PP, PSOE y CCTú) se han mostrado contrarios. Ciudadanos por su parte espera «la información sobre el proyecto». El ayuntamiento convocará la semana próxima una junta de portavoces para analizar el último informe enviado por el ejecutivo regional sobre la explotación minera.

SIN SIGNO POLÍTICO

La concentración de ayer contó también con la presencia de representantes políticos locales. La alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, participó como ciudadana y militante del Partido Popular. También asistieron el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Luis Salaya, acompañado de su equipo de concejales; y ediles de la formación CáceresTú-Podemos (CCTú) y el alcalde Valdefuentes, Álvaro Arias.

No obstante, la plataforma cacereña Salvemos la Montaña quiso aclarar durante la lectura del manifiesto que «este colectivo no se identifica con ningún partido, ni con ningún signo». «No queremos banderas, esto es un movimiento ciudadano, no de partidos políticos», añadió Maruchi León. Fernando Durán, otro de los encargados de dar voz al manifiesto reprochó a los representantes de la administración pública que «sobran declaraciones de artificio y nos faltan hechos concretos que tengan consecuencias» e instó a que se declare la zona como parque de conservación y ocio para «proteger el espacio».