Nació en 1996 y desde entonces lleva luchando contra el hambre en la provincia de Cáceres. El Banco de Alimentos de la ciudad celebra este año el 20 aniversario de su creación con una doble exposición. Por una parte, una muestra repasa la historia de la entidad, además de estar enriquecida con otra, organizada por Carmina Santos, compuesta por una serie de obras donadas altruistamente por 30 artistas. La recaudación de las piezas que se vendan irá a parar para el Banco de Alimentos.

'D Arte: 20 años, 20 colores, 20 abrazos', como se titula la muestra, reúne pinturas, esculturas, acuarelas y fotografías de diversas técnicas y tamaños. Se inaugurará este jueves, 21 de abril, a las 20.30 horas en el Palacio de las Cigüeñas y allí permanecerá hasta el próximo 22 de mayo.

Dentro del género fotográfico, hay obras de Francis Villegas, Tete Alejandre, Carlos Criado, Marisa Núñez, Paqui Bautista; mientras que las acuarelas pertenecen a Carmen Fernández, Antonio García Márquez, Rosana Soriano y Ruth Garrido.

Las pinturas son de Esther García, Víctor García, Adrián Segura, Nacho Lobato, Patricia Gómez Lara, Pepe Márquez, Itziar, Emilio González, Felipe Pulido, Ana Hernández de San Pedro, Carmina Santos, Rosa Guerrero, Angel M. Moreno Amor, Rafael López y Elena Gaicoya; y, finalmente, en el apartado de esculturas, habrá representaciones de Manolo de la Cruz, César David Montero, Teto González, y Ana Martínez-Blay.

15 paneles

La exposición, dividida en 15 paneles, repasa desde las entidades que colaboran con el Banco de Alimentos hasta recortes de prensa de actividades solidarias llevadas a cabo, pasando por la propia historia del colectivo, los pasos a seguir cuando se aproxima una gran recogida de alimentos o las últimas estadísticas recogidas.

El primer Banco de Alimentos que se creó en España lo hizo en 1987 en Barcelona. En Cáceres, la primera sede se ubicó en una casa de la calle Diego María Crehuet. "Eran unas oficinas sin almacén", desvela Juan Carlos Fernández Rincón, presidente de la entidad. "Luego nos mudamos a un local que estaba en la avenida de Alemania y, finalmente, nos cedieren el silo de Aldea Moret, que es desde donde operamos actualmente".

Desde su fundación, el Banco de Alimentos, que atendió en 2014 a cerca de 11.500 personas mientras que el pasado año esa cifra se redujo en 2.000 personas, ha crecido en todos los sentidos, también gracias al trabajo de los voluntarios. Los hay ocasionales, aquellos que colaboran en actividades puntuales, y fijos, quienes ayudan a diario. En los últimos años, la entidad ha pasado de contar con 12 voluntarios fijos en 1996 a los 60 de hoy en día. Lo mismo ocurre con las entidades colaboradoras --las encargadas de repartir la comida--, de las 55 que había en 1997 a las 115 hoy. "Además, antes cada colectivo tenía 10 o 15 miembros y ahora los hay de casi 800", apunta Fernández Rincón. La función del Banco de Alimentos resulta más que imprescindible hoy en día. En un mundo utópico ni si quiera deberían existir, en este nunca estará de más si perdura otros 20 años.