22 familias cacereñas que en octubre de 2006 compraron una casa unifamiliar de protección oficial a precio concertado en la urbanización Montesol de Cáceres teme quedarse sin vivienda, ya que desde el verano las obras están paralizadas, a pesar de que toda la promoción está vendida y cada comprador ha entregado ya al constructor, la empresa Antonio Población, un total de 45.896 euros.

El portavoz, José Luis Martín Galindo, calificó el hecho de "estafa" ya que, según indicó, el constructor cuenta también con el crédito de dos millones de euros que le concedió el Banco Pastor para realizar las viviendas, por lo que no "hay motivos aparentes" para que las obras no finalicen.

Ante esta situación solicitaron tanto al banco prestamista como a la Junta de Extremadura que intervengan en el caso para arbitrar una solución que haga que estas familias puedan finalmente hacerse con una vivienda de la que ya han pagado más del 40 por ciento de su precio total y que está construida en un 70 por ciento.

Las viviendas, cuyo coste oficial es de 138.076 euros, deberían haberse entregado el verano pasado pero las obras no avanzan ya que, tal y como han sabido los afectados, la empresa constructora tiene en su haber anotaciones de embargo por parte de la entidad financiera a la que tampoco paga el préstamo que le concedió para levantar las casas situadas en la calle Campofrío de la urbanización Montesol, junto a la Ronda Norte.

Por ello, los afectados piden que el Banco Pastor realice el embargo total de las obras y se las venda a los "legítimos propietarios", dijo Martín Galindo, que apuntó la posibilidad de crear posteriormente una cooperativa entre las 22 familias que promueva la terminación de las obras para poder concluir sus casas e irse a vivir a ellas.

En cualquier caso, y tal y como apuntó uno de los abogados de los afectados, Raúl Fuentes, los más de 45.000 euros que los propietarios han dado ya al constructor "se perderían" porque además la empresa constructora "no contaba con un seguro que garantizara el pago de las cantidades entregadas a cuenta", apuntó.

Por su parte, el portavoz de los afectados calificó la situación que viven algunas de las familias afectadas como "un auténtico drama" ya que "han entregado todos sus ahorros y ahora no tienen ni casa ni dinero". "Algunos vendieron su piso para comprar esta casa y ahora están de alquiler y sin un duro", se lamentó.

Martín Galindo tuvo duras palabras para el constructor del que dijo que "esta situación no tiene nada que ver con la crisis económica ya que él tiene el dinero de los compradores y del banco para hacer las casas", por lo que no sería, en principio, un problema de liquidez para realizar esta promoción concreta de Cáceres. "El sabrá en qué se ha gastado nuestro dinero", espetó.

Los afectados no descartan en un futuro emprender acciones legales contra el constructor por un posible delito de índole patrimonial ya que ni devuelve el dinero ni construye las casas, pero de momento, lo que piden es una solución para que se terminen de levantar las viviendas, tipo unifamiliar, y puedan acceder a ellas.