Indignación entre 320 familias de Llopis Ivorra por los continuos problemas para recibir agua en sus domicilios. El agravamiento del problema llevó ayer a un grupo de afectados a concentrarse en la entrada del ayuntamiento para reclamar una solución definitiva a las continuas averías en la red de abastecimiento, que están provocando que tengan agua en sus grifos "un día sí y otro no".

Aunque el gobierno local acordó el pasado 20 de octubre declarar de utilidad pública unas obras de mejora en la red para poder iniciar con ello la tramitación del proyecto por un importe de 341.000 euros --un requisito necesario al no estar la inversión contemplada en los presupuestos del 2006--, los vecinos mostraron ayer públicamente su malestar porque llevan denunciando esta situación desde el pasado verano cuando los cortes empezaron a repetirse con mayor frecuencia. Las ocho calles afectadas por esta anomalía son Colombia, Venezuela, Uruguay, Perú, Paraguay, Bolivia, Honduras y El Salvador.

El concejal de Mantenimiento, José Joaquín Rumbo, aseguró ayer que se trata de "un proyecto de emergencia" y que las obras "están a punto de comenzar. Si no empiezan mañana --por hoy--, empezarán el lunes", afirmó. El edil detalló que la actuación que se ha comprometido a acometer el ayuntamiento comenzará "por el cambio de las canalizaciones de agua de todo el barrio de Llopis Ivorra", ya que se trata de un proyecto "integral" en el que se incluye la renovación de la red de saneamiento, alumbrado y gas, además de nuevas aceras y pavimento. El plazo de ejecución es de "cinco o seis meses", según apuntó el propio Rumbo.

Sin embargo, puntualizó que, aunque también se cambien las conducciones que van a cada casa del barrio, "otra cosa es que en algunas tengan mal las tuberías, un problema que existe". Rumbo justificó las continuas averías porque la red de agua es antigua "con tuberías de los años 50 o 60 que están obstruidas por la cal". En este sentido, apuntó que "revientan porque les queda poco espacio para pasar el agua y hay que cambiarlas todas por otras de fundición dúctil para que aguanten".

PROBLEMA CONTINUO Sin embargo, los testimonios recogidos ayer por este diario en el barrio dan fe de la lamentable situación que atraviesan los vecinos. Hábitos cotidianos como ducharse, lavar los platos o poner la lavadora se convierten en una aventura, que se han convertido en una pesadilla desde el verano. Los problemas en la red de abastecimiento también han afectado a siete negocios de la calle Colombia, con serias dificultades para tener agua a diario.

La versión vecinal sobre la causa de las averías coincide con la del concejal Rumbo: las tuberías se rompen porque son viejas y los reventones se producen cuando se cambian por tramos nuevos y aumenta la presión. Un paseo por la calle Venezuela es un buen ejemplo. Numerosos parches en la calzada a causa de las intervenciones de Canal de Isabel II, algunos abiertos en varias ocasiones, dejan en eviden-

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