El Servicio de Consumo activó el año pasado 378 alertas por artículos peligrosos para el consumidor, defectuosos o motivos similares en la provincia de Cáceres.

Desde una cafetera que sale ardiendo por un fallo de fabricación hasta un juguete con piezas demasiado pequeñas y que suponen un peligro para el niño, son algunos de los casos que pueden activar una de esas alertas.

La Administración tiene creada una red de alertas que funciona en todo el país cuyo objetivo es la proteccion del consumidor. Activar una alerta desde cualquier punto de España supone la retirada del mercado de los artículos que se han detectado como un riesgo para el usuario o la advertencia.

El número de alertas también ha crecido en los últimos cuatro años en algo más de un 50%. Así, mientras que en el 2001 se activaron 251 alertas, el año pasado fueron 378, un 30% más que en el 2003 (289).

La delegación de Consumo de Cáceres, ubicada en la calle Reyes Huertas, cuenta con seis inspectores, además de tres responsables.