Una trampa mortal. Eso es la intersección de la carretera de Trujillo (N-521) con la de los Cuatro Lugares (Ex-390), conocida como el cruce de Cruz Roja, para un grupo de vecinos que presentaron ayer en varios organismos 406 firmas reclamando su conversión en una rotonda para reducir su peligrosidad. El escrito con las firmas se entregó en la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento, la Consejería de Infraestructuras de la Junta de Extremadura y el ayuntamiento.

Los promotores de la petición consideran que esta confluencia es un "auténtico punto negro" que es escenario de "multitud de accidentes, con víctimas la mayoría de las veces, y produciéndose lo siniestros en días consecutivos", explican en el escrito dirigido a las instituciones.

Asimismo, estiman que tanto este cruce como la avenida Héroes de Baler son un peligro para los peatones. Por ello, además de la glorieta que regulase la circulación en la zona, demandan la colocación de pasos de peatones de hormigón elevados y "bien señalizados".

Los vecinos denuncian que los pasos de peatones existentes se encuentran "poco o muy mal señalizados", existiendo incluso un punto de recogida de basuras sin acceso mediante paso de peatones. "Teniendo en cuenta que algunos vehículos circulan a más de 80 o 90 kilómetros por hora, esta zona resulta especialmente peligrosa para los peatones", señalan en el documento.

SEMAFOROS ´TRAMPA´ Igualmente, ponen en evidencia la "trampa" de un semáforo doble ubicado al final de la carretera Ex-390. Según estos vecinos, dichos semáforos están colocados de tal manera que cuando el primero (de altura superior) abre el paso a los dos carriles de la misma dirección, los usuarios inician su marcha encontrándose (a unos 18 metros aproximadamente) el otro semáforo (de altura inferior). A los usuarios que circulan por el carril interior, si circula al mismo tiempo otro vehículo más alto a su derecha, "les resulta imposible ver el segundo semáforo".

Esta iniciativa ciudadana pretende que se materialice un viejo proyecto de remodelación del cruce. Hace más de 7 años, el ayuntamiento dirigió un escrito a Demarcación de Carreteras del Estado solicitando la creación de una raqueta. "Presentamos un boceto del proyecto, pero se quedó ahí. Sabemos que es un punto negro, pero la obra no es de nuestra competencia", recordó ayer el concejal de Obras, Joaquín Rumbo de la Montaña.

La N-521 depende del Estado y la Ex-390, de la Junta, por lo que se tendrán que poner de acuerdo ambas administraciones. "Nosotros volveremos a estudiar el caso e insistir", aseguró Rumbo.

La asociación de vecinos, que secunda la iniciativa pero no la ha promovido, viene reivindicando esta mejora año tras año. "Reconocemos que es un punto conflictivo, pero confiamos en la palabra que se nos ha dado de que se hará", aseguró ayer la presidenta vecinal, Montaña Serrano.