La III Marcha ciclista nocturna, que tuvo lugar el pasado viernes en Cáceres y alrededores, entregó ayer los alimentos recolectados en la sede de Cáritas Diocesana. En su primera edición solidaria, superó los cuatrocientos participantes

La solidaridad nunca descansa. Como muestra de ello el encuentro que tuvo lugar ayer en la sede de Cáritas diocesana, donde se procedió al traslado de los alimentos recaudados durante la celebración de la III Marcha ciclista nocturna del pasado viernes en Cáceres.

En la entrega estuvieron presentes José Manuel López Director de Cáritas Cáceres, Pedro Muriel, concejal de turismo, cultura, juventud y deportes y Rufino Pérez Santano, el gerente de Bicicletas Pelín.

"Para Cáritas es una alegría recibir, hay mucha gente que nos pide y nosotros no podemos ayudar si no nos ayudan. En cuanto se les da un pretexto, la gente responde positivamente" aseveró el director de la entidad social a lo que añadió, "lo bueno sería tener dinero para darle de acuerdo con sus características y necesidades, pero como no es así, bienvenido sea lo que venga".

La tercera edición de esta marcha, la primera con fines solidarios, estuvo organizada por Sport Club Sottoterra y bicicletas Pelín y reunió un total de 480 participantes de los cuales, 400 inscritos oficialmente. El responsable de la empresa de ciclismo resaltó que "supone una alegría, aunar el deporte y complementarlo con un acto con fines altruistas y sociales". Por su parte, el concejal concluyó con un agradecimiento: "Solo me queda felicitar a esas personas que han mezclado deporte y solidaridad. Vamos a seguir apoyando estas iniciativas, por la importancia para entidades como Cáritas y porque fomentar la participación ciudadana resulta fundamental".