Alrededor de 400 devotos acompañaron ayer a la imagen de San Antonio del Barrio en el día de su festividad. Tras la tradicional misa de las 11.00 horas en la ermita del santo, a las 19.30 horas arrancó la procesión, que recorrió la calle Consolación, subió la plaza de Santa Clara --donde se canteó el paso para que las monjas pudieran saludarlo como cada año-- y atravesó la calle Ancha hasta llegar a San Mateo, donde tuvo lugar la misa oficiada por el párroco de la iglesia.

El paso fue engalanado con rosas blancas y rojas por Sergio Bejarano y, como novedad este año, se adornó con pajaritos de juguete que incluso tenían sonido incorporado. Como es costumbre, la procesión discurrió acompañada por una charanga formada por antiguos miembros de la Banda Municipal, que tocaron la famosa canción de Los pajaritos , la cual hace referencia a un milagro que realizó San Antonio del Barrio durante su niñez. La voz la pusieron centenares de cacereños que habían recibido previamente una octavilla --se repartieron 250-- con la letra.

Tras la misa, San Antonio del Barrio enfiló la calle Ancha, recorrió Pereros y la zona del Barrio Judío antes de regresar a su 'casa'. Allí, antes de entrar en la ermita, diversas mujeres, como es tradición, se encargaron de retirar las rosas del paso para preparar la imagen para el besacordón. Así terminó, un año más, la festividad de San Antonio del Barrio, el Patrono de los Pobres.