De las 1.050 calles, parques, plazas y avenidas que posee el callejero cacereño, solo 47 están dedicadas al género femenino con nombres concretos. Apenas 5 de cada 100. Pero si omitimos las 8 vírgenes y 2 diosas mitológicas, solo quedan 37. Y si a éstas les restamos los personajes de ficción de novelas literarias, únicamente resisten 33, las únicas que han merecido un rótulo en el viario cacereño: heroínas, emperatrices, actrices, escritoras, investigadoras, filántropas y 17 religiosas, de ellas 14 santas.

Este número se incrementará en breve..., pero muy poco. Tras recibir la aprobación definitiva por parte del último pleno municipal, la avenida Primo de Rivera y el parque Calvo Sotelo pasarán a llamarse Clara Campoamor y Gloria Fuertes, respectivamente. El aumento de la presencia femenina será muy leve porque Cáceres ya incluía ambas figuras en su callejero. Gloria Fuertes tiene desde hace años una vía en la zona de Los Castellanos que no cambiará su rótulo, porque se entiende compatible con dar nombre también a un parque. Pero Clara Campoamor, con otra calle en el residencial Infanta Isabel, sí deberá modificarse. Así, esta vía pasará a llamarse Petra Fernández y Fernández-Trejo, una aristócrata cacereña que dejó toda su herencia a la creación del colegio Cristo Rey para niñas discapacitadas y necesitadas. Y Clara Campoamor será el inminente relevo de Primo de Rivera. El callejero solo gana una mujer, pero al menos se avanza.

Precisamente, éste fue el ánimo que impulsó la moción presentada en el pleno del pasado 16 de enero por el concejal no adscrito Teófilo Amores, para introducir más nombres femeninos. En realidad, la propuesta formaba inicialmente parte de otra más amplia que pretendía cambiar los nombres poco significativos de 175 vías por referencias a mujeres y a otros personajes que han trabajado en favor de la ciudad.

En breve se materializarán los tres primeros cambios. Solo falta su publicación en el BOP y la colocación de las nuevas placas, para que Clara Campoamor, Gloria Fuertes y Petra Fernández ocupen sus nuevos espacios. Además existe el compromiso municipal de ir ampliando el peso de la mujer en el callejero, a fin de dar una dignidad a la presencia femenina de la que ahora adolece la ciudad. Eso sí, los dos cronistas oficiales de Cáceres, que destacan el «reconocido prestigio nacional» de Gloria Fuentes y Clara Campoamor, y por tanto no entran a valorar su elección, en cambio sí recuerdan que no tienen vinculación con la ciudad. «Sería conveniente que los nombres de futuras vías urbanas tuviesen una base de carácter local referida a personajes, lugares o hechos históricos relacionados con el pasado de Cáceres», suscriben los cronistas, Santos Benítez Floriano y Fernando Jiménez Berrocal, en el informe que el propio ayuntamiento les ha solicitado al respecto.

Historia masculina

«Lo cierto es que hay muy pocos nombres propios de mujer en el callejero cacereño porque la historia está claramente masculinizada. Cuando mataron a Canalejas le pusieron su nombre a la calle Barrionuevo; cuando mataron a Cánovas del Castillo le dedicaron un paseo; y cuando murió Calvo Sotelo se bautizó un parque. Eso no ha ocurrido con las mujeres, la mayoría recluidas en las tareas que tenían asignadas», lamenta Fernando Jiménez Berrocal.

De hecho, el mayor listado corresponde a las santas y tiene una explicación lógica: «Donde había una ermita bajo una determinada advocación, en ese espacio, la calle, plaza o barriada colindante tomaba el mismo nombre», subraya el cronista. Y así ha ocurrido por ejemplo con Santa Gertrudis, Santa Lucía, Santa Clara…

Existen también en el callejero local algunas religiosas más actuales reconocidas por sus obras de caridad y por la fundación de congregaciones benéficas, como Teresa de Calcuta, Madre Isabel Larrañaga y Beata Madre Matilde.

El peso histórico de la religión explica además la existencia de hasta ocho Vírgenes en el nomenclátor cacereño: Nuestra Señora de la Montaña (calle), Virgen de la Montaña (avenida), Virgen de Guadalupe, María Auxiliadora, Nuestra Señora de la Asunción, Virgen del Pilar, Virgen de la Misericordia y Virgen del Rocío. No son las únicas figuras alegóricas. Las calles Ceres y Diana también hacen alusión a diosas romanas. Hay otras figuras que aparecen en la literatura y por tanto tampoco tienen correspondencia real, como Dulcinea (avenida y plaza), Pilar Ternera, Remedios la Bella y Úrsula Iguazán (personajes de ‘Cien años de Soledad’).

De carne y hueso

El resto son nombres de mujeres de la sociedad civil que se han ido incorporando al callejero, desde la última emperatriz azteca (Isabel de Moctezuma) y las históricas heroínas de Zaragoza (Agustina de Aragón) y La Coruña (María Pita), hasta la actriz Ana Mariscal o la profesora María Antonia Fuertes.

Pero además se han sumado algunos colectivos que simbolizan los oficios femeninos, como Las Hilanderas, Las Labradoras y Las Lavanderas. «Estas últimas dan nombre a la avenida de la antigua carretera del Casar. Fue un hito porque la petición había sido realizada por los propios ancianos de la Universidad Popular, en memoria de aquellas mujeres que trabajaron tanto, y que además coincidían en este viejo camino cuando iban a las fuentes de la Madrila, Aguas Vivas o Beltrán·», recuerda Jiménez Berrocal.

Las asusentes

Por ello, el cronista Santos Benítez Floriano incide en la necesidad de que las próximas incorporaciones al callejero «sean fundamentalmente personas con unas trayectorias meritoria, que hayan tenido una vinculación directa con la ciudad, bien por nacimiento, bien por haber desarrollado en Cáceres su experiencia vital», indica, haciendo hincapié en que la mujer debe ganar más notoriedad en el directorio local. De hecho, hay muchas mujeres perdidas en los anales de la historia cacereña, y Santos Benítez ha elevado un informe con las primeras siete figuras que a su juicio merecerían las próximas calles.

Entre ellas, Cornelia Balbo, hija del patrono de la ciudad Lucio Cornelio Balbo y esposa del fundador de la colonia Norba Caesarina. También Mencía de Ulloa, de la Casa de los Golfines de Arriba, dama de la corte de Isabel la Católica, muy apreciada por sus sabios consejos. Además propone a las Monjas Jerónimas, que desde 1590 ejercen una labor impagable en Cáceres. O Doña Marina López, primera directora de la Escuela de Magisterio, así como las grandes mecenas Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, Mercedes Calles y Helga de Alvear. «Todas merecen que la historia de Cáceres las tenga en su memoria», sostiene Santos Benítez Floriano.

Y es que el nombre de una calle no es un simple reconocimiento. «Queda vinculado a la propia ciudad, y ello obliga a generaciones futuras a recordar a ese personaje, incluso a investigarlo. Posiblemente muchos no sabrían quién fue Sanguino Michel o Antonio Hurtado, si sus rótulos no los mantuvieran presentes», destaca Fernando Jiménez Berrocal.

Por ello, el cronista también opina que debería haber un lugar para mujeres como la cacereña María Telo, jurista y una de las cien mujeres más influyentes del siglo XX en la defensa de los derechos femeninos; o Juana Leguinazábal, fundadora de Teatro de Variedades en 1886; o Társila Criado, «la mejor actriz que ha dado esta ciudad, que trajo a Nuria Espert cuando tenía 19 años al primer festival profesional del Teatro Romano de Mérida»; o Eladia Montesinos, «la primera mujer aviadora de España», recuerda Berrocal.

Quizás no haya que esperar a que la capital cacereña construya un nuevo barrio. La ciudad tiene a día de hoy 60 vías y parques sin nombre que esperan una placa que por fin los identifique, Candidatas, como puede verse, no faltan. Es solo cuestión de iniciar los trámites.

A continuación se apunta el perfil de cada una de las 33 mujeres 'reales' que tienen un rótulo en Cáceres:

CONCEPCIÓN ARENAL

Nacida en Ferrol en 1820 y fallecida en Vigo en 1893, esta diplomada en derecho, pensadora, periodista, poeta y autora dramática del Realismo literario, fue además pionera en el feminismo español y precursora del trabajo social.

GLORIA FUERTES

Vino al mundo en Madrid, en julio de 1917, en el seno de una familia humilde que llegó a perder a seis hijos. Pero Gloria, toda alegría, se convirtió en un referente de la literatura infantil española, con una producción interminable.

ISABEL DE MOCTEZUMA

Última emperatriz azteca. Fue obligada a varios matrimonios y tuvo una hija con Hernán Cortés. Su último marido, el hidalgo cacereño Juan Cano de Saavedra, defendió sus derechos sobre su patrimonio. En su testamento dejó libres a los esclavos.

MADAME CURIE

Pionera en el campo de la radiactividad y considerada madre de la física moderna. Primera mujer en obtener un Premio Nobel y también la primera persona en lograr dos Nobel en distintas especialidades (Física y Química).

MADRE ISABEL LARRAÑAGA

Nacida en Manila (Filipinas) en 1936, Isabel Larrañaga y Ramírez fue pedagoga del amor al prójimo. En 1877 fundó la congregación religiosa de las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón, extendida por numerosos países.

ANA MARISCAL

Primera directora de cine destacada en España y una de las mejores de Europa, además de guionista, actriz, productora y escritora. Esta pionera, esposa de Valentín Javier (productor y fotógrafo cacereño), siempre se sintió muy unida a la ciudad.

ANGELITA CAPDEVIELLE

Conocida cariñosamente en Cáceres como Doña Angelita, la eminente profesora de música, pianista e incansable investigadora del folklore cacereño recuperó el acervo musical de los municipios en una obra única y de gran valor.

MARÍA ANTONIA FUERTES

Profesora y directora de la antigua Escuela de Magisterio, estaba dotada de unas cualidades humanas, docentes, científicas y sociales que fueron clave para impulsar la integración del centro en la Universidad de Extremadura.

AGUSTINA DE ARAGÓN

Nacida en Barcelona en 1786 y fallecida en Ceuta en 1857, se convirtió en ferviente defensora de Zaragoza durante la Guerra de la Independencia. Cáceres rinde así homenaje a uno de los grandes mitos del aragonesismo.

CAROLINA CORONADO

Natural de Almendralejo (1821), fue un exponente del Romanticismo y literata de reconocida notoriedad. Escribió poemas, novelas y teatro. Admitida en casi todos los liceos de España, su casa de Madrid fue un lugar importante de la vida literaria.

DOÑA LOLA

Dolores de Carvajal y Sánchez fue mujer de Álvaro Cavestany. Ella dio nombre al callejón de Doña Lola, y él, al callejón de Don Álvaro. Fueron titulares del Palacio de Carvajal, comprado en los años 60 como regalo de Álvaro a su esposa.

TERESA DE CALCUTA

Religiosa albanesa nacionalizada india, premio Nobel de la Paz en 1979, creó la congregación de las Misioneras de la Caridad, que a su muerte contaba ya con más de 500 centros en cien países, dedicados a «los más pobres de los pobres».

BEATA MADRE MATILDE

Nacida en Robledillo de la Vera en 1841, fundó la Congregación de las Hijas de María Madre de la Iglesia, con una primera casa en Don Benito y otras que se fueron extendiendo en su afán por atender a los enfermos, los pobres y las niñas necesitadas.

BERROCALA

Teresa Berrocal fue una mujer alegre, de vida libre y muy generosa, que se enriqueció en el segundo tercio del siglo XIX con una taberna, dinero que destinó en buena parte para construir casas a los necesitados. Promovió el barrio que lleva su nombre.

PETRA FERNÁNDEZ

Petra Fernández y Fernández Trejo es la nueva incorporación al callejero. Esta aristócrata cacereña legó todo a la creación del colegio Cristo Rey para niñas sin recursos. Se abrió en su casa de la calle Mangas (foto), donde hoy se ubica la Cruz Blanca.

CATORCE SANTAS EN EL VIARIO DE LA CIUDAD

Las santas dan nombre al grupo más extenso de plazas, adarves y calles bautizadas con personajes femeninos reales, no alegóricos: Santa Ana, Santa Clara, Santa Teresa de Jesús, Santa Apolonia, Santa Joaquina de Vedruna, Santa Bárbara, Santa Cristina, Santa Eulalia, Santa Gertrudis, Santa Isabel, Santa Lucía, Santa Luisa de Marillac, Santa Rita y Santa Rosa de Lima. También es muy numeroso el grupo de vírgenes, pero éstas ya pertenecen al ámbito de la fe.

CLARA CAMPOAMOR

Abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer española, se convirtió en la principal impulsora del sufragio femenino, que vio hacerse realidad en las elecciones de 1933, pese a la oposición incluso de la izquierda.

MARÍA PITA

Heroína española que plantó cara a las tropas inglesas que asediaron La Coruña en 1589. Arengó a todo el pueblo, bandera en mano, frente a los 20.000 soldados comandados por el temible Capitán Drake. Es un símbolo de libertad.

DOÑA TERESA

Es una de las dos calles principales del poblado minero. Cuentan que lleva el nombre de la esposa de un director de la factoría. Sin embargo, ha sido conocida como calle Real desde que los monarcas de España y Portugal inauguraron allí el ferrocarril.