Si el Novenario de la Virgen de la Montaña merece la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional es porque «es alegría, auxilio, solidaridad y fiesta». Son palabras del mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano, que ayer dio a conocer junto a la alcaldesa y la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura el frite de cordero que mañana se repartirá en la plaza Mayor y que es una de las actividades complementarias con las que la junta de gobierno pretende conseguir el galardón. De hecho, los técnicos de la Consejería de Turismo acudirán al acto y además visitarán el Besamanto, que comienza a las ocho de la mañana de hoy, a la exposición de mantos de la patrona que se luce en San Jorge y al recorrido turístico previsto para las 18.00 y las 21.00 horas de hoy. La decisión de la Junta podría anunciarse en un mes, según comentó Floriano, que no optará a la reelección como mayordomo: «Me gustaría que se me recordara con la frase ‘Vino a servir y sirvió’», dijo el hermano, que anunció que la intención es que en junio ya haya un nuevo responsable de la cofradía.

Pero para eso aún quedan unas semanas y lo más inmediato es el frite de mañana a las 13.00 horas. Son 600 kilos de carne y 100 kilos de patatas para 6.000 raciones, donde no faltarán el pimentón de la Vera, el aceite y el vino.

Entre 12 y 14 cocineros se encargarán de la preparación y las raciones se ofrecerán a precios populares: 1 euro la caña y 2 por el frite y el pan. Además, unos 50 voluntarios colaborarán para que todo salga, y nunca mejor dicho, «a pedir de boca».

El Novenario concluirá este domingo, con la tradicional subida de la Virgen a su santuario en la Sierra de la Mosca. Han sido unos días intensos en los que la ciudad, una vez más, ha vuelto a volcarse. Miles de personas han llenado la concatedral, la Virgen ha lucido impecable (tiene nada menos que 134 mantos).

Toda una fiesta en torno a la patrona y a una cofradía que por tercera vez opta a la declaración turística con la intención, remarcó ayer la alcaldesa, «de visualizar la trascendencia de este evento y la implicación de los cacereños. La declaración es un anhelo porque el Novenario es algo único y original con una gran capacidad de atracción y una arraigada tradición en el imaginario cacereño», ensalzó Nevado.